Real Madrid y Chelsea abren este miércoles (21.00 horas) su eliminatoria de cuartos de final de la Liga de Campeones con la ida en el Santiago Bernabéu, donde los de Carlo Ancelotti buscarán invocar el ‘modo Champions’ y la magia que ya les llevó en volandas a la final el curso pasado, con el objetivo ir a Londres lo más cerca posible del pase ante un rival que se agarra a Europa para aliviar una discreta temporada con tres entrenadores y lejos de los mejores en la Premier.
Después de dar prácticamente vía libre al título liguero del Barça con la última derrota (2-3) ante el Villarreal, el equipo madridista vuelve a refugiarse en la Liga de Campeones, un ‘jardín’ peligroso y complicado, pero que le ha dado muchas flores en los últimos años. La última, hace un mes, cuando certificó su pase a estos cuartos con un recital en Anfield ante el Liverpool y un serio encuentro en la vuelta.
También con la baza de la Copa del Rey, competición en la que alcanzaron la final eliminando a los azulgranas con exhibición en el Spotify Camp Nou (0-4), la Champions vuelve a ser ese as en la manga para los de Carlo Ancelotti, deseosos de volver a bailar al son de los acordes del simbólico himno.
Y tras superar a un irregular rival de la poderosa Premier, le toca en liza otro equipo inglés, doble campeón continental, con el que se ve las caras por tercera temporada seguida en eliminatorias y que tampoco parece estar demasiado sólido pese a una plantilla de bastante nivel y muy reforzada en invierno a golpe de talonario.
Los ‘blues’ cerraron con autoridad el paso al ‘rey’ en las semifinales de 2020-2021, pero no pudieron con él en los cuartos de la pasada temporada, pese a que metieron el miedo en el Bernabéu donde, tras el 1-3 de la ida, ganaban 0-3 a falta de diez minutos antes de caer finalmente en la prórroga.
Por ello, al contrario que ante el Villarreal, cuando la motivación brilló por su ausencia, los madridistas deberán ‘enchufarse’ para no recibir un susto de un Chelsea donde un mito como Frank Lampard ha cogido las riendas y, sobre todo, para generar lo antes posible la especial atmósfera del Bernabéu en las noches europeas.
Tras las remontadas del año pasado, esta será la primera eliminatoria con el primer capítulo en casa, una ida que afrontará sin bajas significativas, más allá de la de Mendy. La duda para Ancelotti es ver si repite el once que le funcionó en Copa, con un de nuevo entonado Vinicius, Benzema, que le ha hecho cinco goles al equipo inglés en los dos cruces pasados y que llega con el ‘olfato’ fino (19 goles en los últimos 20 partidos), y Rodrygo Goes arriba, y con Camavinga en el lateral zurdo.
La otra opción es que el francés pase a ser el mediocentro para contrarrestar el poderoso físico rival en esa zona y desahogar algo más a Modric y Kroos, que descansaron el sábado y se perfilan titulares. Esto provocaría que Nacho o Alaba fuesen el lateral y que Valverde, con el foco tras su agresión a Alex Baena, pugnase con Rodrygo por un sitio.
EL CHELSEA, UNA INCÓGNITA PELIGROSA
El Chelsea que saltará al Bernabéu este miércoles se parece poco al que logró remontar, solo momentáneamente, al Real Madrid el año pasado, con un 0-3 en 75 minutos, aunque entonces por esas fechas tampoco se había mostrado tan fiable como el año de su segunda corona europea y con los problemas tras la marcha de Roman Abramovich.
Ahora sin Thomas Tuchel, pero con el regreso de Lampard tras el descalabro de Graham Potter, los ‘blues’ ven esta eliminatoria como un oasis y un anhelado punto de inflexión en su desastrosa campaña. Y es que el Chelsea, que dejó fuera sin grandes problemas en octavos al Dortmund, sigue sin levantar cabeza en la Premier, enlazando cuatro partidos sin ganar, lo que le deja muy lejos de los puestos de acceso a la Champions.
El doble campeón acusa su falta de gol, ya que, en Premier, sólo ha celebrado 29 goles en 30 partidos, su peor registro desde el curso 1923-1924. Además, su rendimiento lejos de Stamford Bridge es muy pobre, con solo una victoria en sus últimos 13 partidos como visitante.
Sin embargo, su plantilla plagada de estrellas como Enzo Fernández, Joao Félix, Sterling, Havertz o Mudryk y la recuperación de Kanté, que en la última visita ‘devoró’ al mediocampo, y Mount es el argumento principal al que se agarran para soñar con las semifinales.
