El Livepool y el Bayern de Múnich se clasificaron este martes para los cuartos de final de la Liga de Campeones después de acabar con el Inter de Milán (2-1, en el global) y Salzburgo (8-2), respectivamente, aunque ambos conjuntos cogieron caminos muy diferentes para acceder entre los ocho mejores del ‘Viejo Continente’.
En Anfield, el equipo de Jurgen Klopp estrelló tres balones en el palo y dominó al Inter, pero tuvo algunas fases de contención por el gol de los italianos, que llegó a meter el miedo en el cuerpo a su rival pese al 0-2 de la ida. Sin embargo, nada cambió en el conjunto ‘red’, que mantuvo su carácter extra-ofensivo cuando no tenía la necesidad.
Joel Matip fue el primero en toparse con el travesaño a la media hora, justo después de que el propio Klopp detuviese el partido para que los servicios médicos pudieran atender a un espectador con problemas de salud en la grada. El choque se reanudó una vez conseguido el cometido y el Liverpool no tuvo problemas para contener los tímidos arreones del conjunto dirigido por Simone Inzaghi.
En la segunda mitad, Mohamed Salah tuvo la ocasión más clara cuando pegó en la base del poste en los mejores momentos del cuadro local, tras un disparo ajustado de buenas intenciones. Sin embargo, el Inter pudo espabilar con dos zarpazos de Lautaro Martínez. El primero terminó en córner pero el segundo, un minuto después, fue un golazo con destino a la escuadra. Un tanto que avivó el encuentro a los 60 minutos, pero por muy poco tiempo.
La doble amarilla a Alexis Sánchez a menos de media hora para el final dejó sin recursos al Inter, que perdió toda la fuerza de los metros finales. El Liverpool siguió atacando pero -no fue su día- y nuevamente Salah se encontró con el palo a los 76 minutos. El choque terminó sin más oportunidades para un Inter que acarició la prórroga pero no fue suficiente.
LEWANDOWSKI LIDERA CON UN ‘HAT-TRICK’ LA GOLEADA DEL BAYERN
Por su parte, el Bayern Múnich no tuvo problemas para sellar su pase a cuartos de final después de arrollar al Salzburgo por 7-1. Los pupilos de Julian Nagelsmann necesitaba tan solo un gol tras el 1-1 de la ida, pero no especuló en ningún momento y firmó un auténtico festival en el Allianz Arena para no fallar a su cita con los ocho mejores de Europa.
Los alemanes se pusieron muy pronto por delante cuando Maximilian Wober cometió penalti a los 12 minutos. El encargado de transformarlo fue Robert Lewandowski, que marcó el primero de sus tres goles este martes para terminar con su ‘sequía’ de dos choques sin marcar. El polaco repitió la misma suerte diez minutos después, también desde los once metros, y dejó muy ‘tocado’ al cuadro austríaco.
El tercero de los bávaros también llevó la rúbrica de Lewandowski, que fue el más listo de la clase al perseguir un balón largo que acabó besando las redes tras golpear en la madera. Gnabry estableció el cuarto con un disparo raso y así se llegó al descanso, con un autoritario 4-0 que dejaba sin vida la eliminatoria.
En la segunda mitad, el Bayern -que recuperó a Neuer en portería- amplió su renta con un doblete de Thomas Muller y otro tanto de Leroy Sané; mientras que el Salzburgo logró el tanto del honor en botas del danés Maurits Kjaergaard. Un cruce sin historia que pone fin a las ‘dudas’ del equipo muniqués tras su empate reciente en la Bundesliga.