El Real Madrid se clasificó para unas nuevas semifinales en su historial de la Liga de Campeones después de dejar en el camino este martes al Chelsea inglés, al que volvió a derrotar por 0-2 en Stamford Bridge en un partido que supo manejar apoyado en su experiencia y con protagonismo para Rodrygo Goes y Thibaut Courtois.
El actual campeón salió airoso de su visita a Londres donde pasó momentos de apuros ante un rival que demostró las razones de su mala campaña, sobre todo a nivel ofensivo. Aún así, gozó de buenas ocasiones, sobre todo una al filo del descanso que se encargó de abortar el portero belga.
En la segunda parte, cuando más apretaban los locales, el equipo madridista encontró los espacios para que Rodrygo, mejor que un desafinado Vinicius Jr, sentenciase con el primero de sus dos goles, con los que ya suma 15 en esta competición. A partir de ahí, todo fue más sencillo para los de Carlo Ancelotti, a dos partidos de una nueva final por tercera campaña consecutiva y por trigesimosegunda ocasión en su historia. La peor noticia, aparte de la lesión de Alaba, la amarilla a Militao que le hará perderse la ida de semifinales.
El Chelsea quiso ‘engañar’ con su once y disfrazó una aparente línea de tres centrales, con sólo dos, volcando a Fofana al lado derecho pese a la amenaza de Vinicius Jr para meter a Reece James más arriba. El inglés y N’Golo Kanté, también muy adelantado en la presión, fueron los principales quebraderos de cabeza para el Real Madrid donde Camavinga sufrió en el lateral por donde aparecían muchos rivales.
Los visitantes se refugiaron en la ‘manija’ de Kroos, que fue el que calmó la salida local con su habitual temple, pero les faltó más mordiente arriba, con Modric desacertado de inicio y con poco protagonismo de Benzema y ‘Vini’. Pese a ello, el primer gran susto fue ‘blue’ con un balón que le cayó muy claro a Kanté dentro del área, pero que no supo ejecutar bien el francés para alivio de Courtois.
Esto hizo crecer a los de Frank Lampard que, sin embargo, echaron algo en falta de poderío ofensivo por la presencia en soledad de un Havertz. El alemán creó problemas a Militao, pero no tuvo demasiada compañía y tampoco pudo conectar alguno de los numerosos centros laterales a los que recurrió su equipo en muchos momentos.
Poco a poco, con Valverde uniéndose en las labores en el medio al ‘8’, el campeón se fue asentando más y pudo gozar de buenas ocasiones con disparos de Rodrygo, que se estrelló en el palo, por fuera, de Modric, bien repelido por Kepa, y sobre todo una de Vinicius que no e empaló bien con todo a favor un gran centro del croata desde la derecha, por donde también hacían daño los visitantes.
COURTOIS SALVA, RODRYGO EJECUTA
El Real Madrid aguantó bien el arreón final del Chelsea y cerca estuvo de sorprender con un contragolpe lanzado por Valverde que no pudo rematar adecuadamente Benzema, pero justo al filo del descanso, el conjunto londinense tuvo la mejor para haber golpeado anímicamente. Cucurella se encontró un balón perdido enviado una vez más desde la derecha y el tiempo que tardó en pensar fue el que aprovechó Courtois para agigantarse y taparle para frustración de la grada.
Ancelotti tuvo que retocar su defensa en el descanso con la entrada de Rüdiger por los problemas físicos de Alaba. El Real Madrid no salió todo lo entonado que le exigió un Chelsea que salió más agresivo y que volvió a rozar el 1-0 con un disparo de Kanté casi en el área pequeña que se estrelló en Militao.
El conjunto madridista pasaba sus peores minutos, algo asediado, cuando encontró los espacios que le gustan. Cucurella saltó a la presión y dejó espacio a su espalda a un Rodrygo que superó también a un Chabolah que arriesgó demasiado y se plantó solo en el área. Su pase de la ‘muerte’ no lo pudo empujar Benzema, pero le cayó a Vinicius que tuvo la sangre fría para devolvérsela a su compatriota para poner pie y medio en las semifinales.
Los ‘blues’ se lanzaron decididamente a intentar recuperar lo antes posible sus opciones, pero demostraron sus problemas ofensivos de esta campaña, aunque Courtois metió una buena mano a Enzo Fernández. En otra contra, Benzema pudo sentenciar y Lampard se jugó el todo por el todo con la entrada de Joao Felix, Sterling y Mudryk, mientras que Ancelotti replicó con Tchouameni por el ‘9’.
Pese a poner más ‘pólvora’, el Chelsea no tuvo orden ni tampoco fue capaz de inquietar en exceso a Courtois. Vinicius pudo sentenciar, pero no era su noche, era la de Rodrygo, que firmó el doblete para ajusticiar al equipo inglés tras un ‘regalo’ de un Valverde aún más brillante en la segunda mitad.