El Real Madrid tendrá que buscar el billete para la final de la Liga de Campeones 2022-2023 la semana que viene en el Etihad Stadium tras empatar este martes a un gol en el Estadio Santiago Bernabéu ante el Manchester City inglés, en un partido más equilibrado y abierto en la segunda mitad, marcado por dos grandes goles de Vinicius Jr y Kevin de Bruyne y sin amenaza de Erling Haaland.
El actual campeón de Europa supo contener al campeón de la Premier League y, sobre todo, a su delantero noruego, bien sujetado por Antonio Rüdiger, y que únicamente gozó de una ocasión clara. Los de Pep Guardiola dominaron más, pero tuvieron respuesta en la mayor verticalidad de los de Carlo Ancelotti, a los que les faltó algo más de lucidez en los metros finales, sobre todo tras el descanso cuando más llegaron al área rival.
Vinicius Jr, que siempre amenazó pese a tener enfrente a una defensa de primer nivel como Kyle Walker, avivó al Bernabéu con un espectacular disparo en el tramo final de la primera parte, equilibrado por otro de De Bruyne, cuando el City se había quitado ya parte de las ataduras con las que dio la sensación de jugar mucha parte del encuentro.
Al Real Madrid le costó entrar en el partido pese a la atmósfera del Santiago Bernabéu. El City le privó del balón, aunque tampoco hizo un uso muy efectivo más que usarlo con extremada paciencia en busca de encontrar el resquicio y a un Haaland que asistía en muchas ocasiones como un mero ‘espectador’ al juego de su equipo, al que le faltaba algo más también de Bernardo Silva y de Kevin de Bruyne.
El primero aviso, sin embargo, fue madridista, a través de la velocidad de Vinicius y con un Benzema al que le falló el control. Sin embargo, los de Carlo Ancelotti tardaría muchos minutos más en inquietar a Ederson. Courtois tuvo algo más de trabajo en este inicio con intervenciones a disparos desde fuera del área de De Bruyne y Rodri. El ‘ogro’ noruego metería algo de miedo poco después con dos remates, ambos flojos y sin problemas para el portero belga, en lo que serían sus únicas apariciones en los primeros 45 minutos.
Los locales preferían resguardarse cerca de su área y esperar su oportunidad, con un pase de Rodrygo a la espalda de la defensa para Benzema al que no llegó el ‘9’ ante la rápida salida de Ederson como una de sus pocas oportunidades. Los ‘citizens’, con cuatro atrás para defender, presionaban y provocaban balones largos fáciles para su defensa, pero a punto estuvieron de encajar el 1-0 en una inusual mala entrega de Rodri que la aprovechó Vinicius para enviar un pase que no empujó a la red Benzema porque Rúben Dias realizó un corte de nivel.
Eso pareció animar algo más a un Real Madrid que se fue a apretar arriba con más decisión y que tuvo sus mejores minutos, coronados con la ventaja en el marcador. Modric ejecutó una pared de clase con Camavinga que dio vía libra al lateral para marcharse hacia el área y asistir a Vinicius que sacó una faceta poco habitual de su repertorio. Su potente disparo, el único a puerta de su equipo en toda la primera parte, fue imparable para Ederson y significó el 1-0 con el que se llegó al descanso, con cierta tensión tras un rifirrafe entre Carvajal y Grealish.
SEGUNDA PARTE MÁS ABIERTA
La segunda parte comenzó con más ritmo. El City continuó más con la pelota, pero quiso ser más incisivo, con más protagonismo para De Bruyne, mientras que el Real Madrid también buscó tener más posesión y seguir siendo más directo. Una buena combinación le dio una buena opción a Benzema, con Stones atento en el corte, no tan vital como el que realizó poco después Alaba ante el disparo de Haaland en su mano a mano ante Courtois.
El partido se iba abriendo poco a poco, pero ahora las llegadas eran más locales, más cómodos en este escenario, y a los que les faltó más finura en el último pase para haber sacado más premio. Pero este fue ahora para su rival, que logró el tanto del empate, también con un potente disparo de De Bruyne, muy suelto al borde del área para recibir la asistencia de Gündogan, prueba de que los centrocampistas llegadores de Guardiola se habían soltado.
Quedaba el tramo final y ver las cartas qué moverían los banquillos para afrontarlo, y con qué ambición también sabedores de que aún restaban al menos otros 90 minutos más. El Real Madrid no quiso arriesgar en exceso y retornó al plan de los primeros 45 minutos, esperando por si aparecían los espacios para montar una transición, pero fue a balón parado como hizo intervenir a Ederson, ágil para repeler el cabezazo de Benzema en el segundo palo.
Asensio y Tchouameni fueron los elegidos para entrar, por un Rodrygo, poco participativo, pero que siempre que entró en contacto con el balón creó peligro, y por un Kroos, eficiente y que dio equilibrio a los suyos. El mediocentro francés probó la misma suerte que Vinicius y De Bruyne, pero Ederson estuvo felino para evitar el 2-1 en el último suspiro y dejarlo todo para jugarse la semana que viene.