El Real Madrid recibe este miércoles (21.00) al París Saint-Germain en la vuelta de los octavos de final de la Champions, un duelo en el que los blancos deberán evocar las noches mágicas del Santiago Bernabéu para remontar la eliminatoria y poder seguir avanzando en su sueño europeo, mientras que los parisinos tienen la oportunidad de ‘cargarse’ a uno de los obstáculos en la carrera por el título, aunque Kylian Mabappé, su principal amenaza, llega entre algodones.
Con el 1-0 de la ida, tras una extraordinaria jugada de Mbappé, el equipo madrileño está obligado a ganar para seguir vivo en la máxima competición europea. Y desde el club saben que una de sus principales armas será el ambiente de Champions que se genera en su feudo en partidos como el de este miércoles. Un recibimiento cálido y una atmósfera propicia para arropar al equipo y llevarle hasta los cuartos de final.
El Santiago Bernabéu será una caldera y pretende generar en los franceses ese miedo escénico que ya han sufrido otros rivales en el pasado. Tras las eliminatorias de la temporada anterior en Valdebebas, el aficionado blanco experimentará de nuevo esa unión propia de la Champions, un vínculo que ya surgió tras vencer a la Real Sociedad, cuando los jugadores salieron del vestuario al final del encuentro para agradecer el apoyo.
La plantilla, como señaló Luka Modric en la previa, apela a la personalidad y la energía para tener «muchas opciones» de remontar, conscientes de que cuando el fútbol no alcance en los momentos más complicados del partido, la afición podría convertirse en un factor clave.
Además, las sensaciones son muy positivas. Los blancos llegan a este partido clave tras vencer con contundencia (4-1) a la Real Sociedad en casa. Un partido que podría seguir un guion parecido al de este miércoles. Los de Ancelotti tuvieron que remontar un gol muy tempranero, yendo de menos a más y culminando un gran encuentro que les da más energía y confianza para hacer las cosas bien ante el PSG.
Buenas impresiones reforzadas también en el ámbito defensivo, clave para este miércoles, con solo tres goles en contra en los últimos seis partidos. El Real Madrid tiene también a su favor la imbatibilidad en casa, donde no pierde desde finales de septiembre del año pasado y además no ha perdido en ninguno de sus últimos tres duelos como local contra el PSG (2 victorias y un empate).
Y es que tras el tropiezo en la ida ante los parisinos, en uno de los peores partidos del Real Madrid en lo que va de temporada, el equipo ha sabido darle la vuelta a las dudas con tres victorias consecutivas en LaLiga Santander contra Alavés (3-0), Rayo Vallecano (0-1) y el equipo ‘txuri-urdin’. Tres importantes triunfos que han encarrilado, aún más, el título de Liga, ya que son líderes con ocho puntos de ventaja sobre el segundo.
Con el factor campo como una de las grandes ventajas para remontar, las bajas de Casemiro y Mendy y la duda de Kroos se antojan como el mayor problema para Carlo Ancelotti. Parece que el sustituto del francés será Nacho, y sería Alaba, más versátil, quien ocupe el carril izquierdo, con el defensa español acompañando a Militao. Sin embargo, para suplir al mediocentro brasileño no está tan claro.
La elección podría ser Valverde. Más músculo, velocidad y llegada para un centro del campo que quizá perdería firmeza y solidez. Camavinga también entra en las quinielas, gracias a su desparpajo, atrevimiento y capacidad de conducción y recuperación, aunque de pivote no se encuentra tan cómodo. Pero la duda de Kroos haría incluso que tanto el uruguayo como el francés tuvieran que jugar juntos, al lado de Modric, hasta ahora el único fijo en el once en esa parcela.
Donde no parece que haya ninguna incógnita es en el ataque blanco. Ancelotti confiará en su tridente de confianza, formado por Asensio, que descansó ante la Real Sociedad saliendo desde el banquillo; Vinicius, muy consolidado como un activo importante de los blancos; y Karim Benzema, líder de este equipo -27 goles con el Real Madrid esta temporada- y pieza clave para remontar.
KYLIAN MBAPPÉ, LA GRAN DUDA DE LOS PARISINOS
Por su parte, el PSG llega a este partido con más dudas que su rival y tras experimentar el proceso inverso a los blancos. Desde el partido de ida, uno de los más completos de los franceses en lo que va de campaña, los resultados no han sido los mejores. Dos derrotas a domicilio ante Nantes (3-1) y Niza (1-0) y una victoria en casa contra el Saint-Étienne (3-1).
Una de las claves del partido será la vuelta de Leo Messi al feudo blanco, la primera vez desde que abandonó el FC Barcelona. El argentino le ha marcado 15 goles al Real Madrid en Chamartín, aunque no gana allí desde marzo de 2019. También dará de qué hablar la participación de Neymar, que ya tuvo minutos en la ida y presumiblemente apunta al equipo titular.
Pero sin duda el morbo rodeará a Kylian Mbappé, que ha viajado a Madrid pero es duda para enfrentarse a los de Ancelotti por un fuerte golpe en el pie. Pretendido por el Real Madrid, uno de los mayores debates está en cómo recibirá el aficionado blanco al delantero francés, que ya fue su verdugo en la ida.
Pochettino, que tiene las ausencias confirmadas de Ander Herrera y Sergio Ramos (que estará en el Bernabéu aunque no pueda jugar), deberá elegir qué estrategia seguir para defender el 1-0 de la ida. Con un Real Madrid que propondrá una presión alta desde el principio, el conjunto francés podría optar por esperar en bloque bajo o por el contrario proponer un combate directo.