El debate de la moción de censura de Vox contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha arrancado este miércoles en el hemiciclo del Congreso con el jefe del Ejecutivo y el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, sentados en sus escaños del banco azul, reservado a los miembros del Gabinete, y un grupo de seguidores de Vox concentrados frente a la Puerta de los Leones.
Sánchez había llegado a la sede parlamentaria unos 20 minutos antes de las nueve de la mañana, cuando estaba fijado el inicio del debate. Poco antes de esa hora, Santiago Abascal, ha entrado en el hemiciclo recibiendo el saludo de los suyos y dos minutos después de las nueve la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, ha reanudado la sesión.
El primero en subir a la tribuna ha sido el diputado y candidato de Vox a la Generalitat de Cataluña, Ignacio Garriga, a quien su partido ha encargado la tarea de justificar la presentación de la moción de censura.
SÓLO FALTAN DOS VICEPRESIDENTAS
El inicio de su discurso ha sido seguido desde el banco el azul por casi todo el Gobierno. Sólo han faltado las vicepresidentas primera, Carmen Calvo, y cuarta, Teresa Ribera. El primer ministro en llegar fue el titular de Universidades, Manuel Castells, y la última, la responsable de Igualdad, Irene Montero, quien ocupó su asiento cuando Garriga ya había iniciado su alocución.
Para esta sesión plenaria se ha mantenido el acuerdo alcanzado entre los grupos parlamentarios hace meses de no superar el aforo del Salón de Plenos en un 50% para evitar posibles contagios de coronavirus.
En general todos han cumplido, con excepción de Unidas Podemos, que tenía en el hemiciclo a una veintena de sus 35 diputados al inicio del debate.
VOX SÍ CUMPLE EL AFORO
Sí se han atenido al pacto los miembros de Vox que, no obstante, han anunciado que estarán todos presentes cuando llegue el momento de la votación ese jueves para poder dar su ‘sí’ de viva voz a la candidatura de Abascal, pese a que se ha habilitado el voto telemático para que el Salón de Plenos no se llene de gente.
Fuera, frente a la fachada principal del Congreso se ha concentrado medio centenar de seguidores del partido de Santiago Abascal que, a ratos, han proferido gritos de «golpistas» y han pedido la dimisión del Gobierno, portando banderas de España y paraguas con los colores de la enseña nacional.
