Un exguardia de un campo de concentración de 100 años comenzó a ser juzgado este jueves en Alemania y se convirtió en la persona más longeva en tener que responder ante un tribunal por presuntos crímenes nazis.
Josef S., excabo primero de la división «Totenkopf» (cabeza de muerto) de las SS, ha sido acusado de «complicidad en la muerte» de 3 518 prisioneros en el campo de concentración de Sachsenhausen, cerca de Berlín, entre 1942 y 1945.
El juicio comenzó el jueves por la mañana en Brandenburg an der Havel, al este de Alemania, en presencia del acusado, que necesita un andador para caminar y comparece en libertad.
Su abogado, Stefan Waterkamp, explicó que su cliente «no se expresará» sobre los hechos que se le imputan.
«El acusado no hablará, solo dará información sobre su situación personal», dijo el letrado.
Josef S. tenía 21 años cuando comenzaron los hechos que se juzgan. Es sospechoso de haber fusilado a prisioneros soviéticos y «de ayuda y complicidad en muertes por gas».
Desde que fue abierto, en 1936, hasta su liberación por los soviéticos, el 22 de abril de 1945, por el campo de Sachsenhausen pasaron unos 200 000 prisioneros, principalmente opositores políticos, judíos y homosexuales.
Decenas de miles de ellos murieron de agotamiento debido a los trabajos forzados y a las crueles condiciones de detención.
El juicio se realiza una semana después de la audiencia fallida contra Irmgard Furchner, de 96 años, una exsecretaria de otro campo de concentración nazi.
Su primera audiencia debió aplazarse al 19 de octubre después de que la anciana intentara fugarse y estuviera huida algunas horas, justo el día en que empezaba el juicio.
En los últimos 10 años, Alemania ha juzgado y condenado a cuatro exmiembros de las SS, al extender a los guardias de los campos y a otros ejecutores de las órdenes nazis la acusación de complicidad por asesinato, para ilustrar así la severidad de su justicia, considerada sin embargo tardía por las víctimas.