A veces, las personas buscan satisfacer sus necesidades emocionales con la comida y recurren a ella para lidiar con el estrés o con emociones negativas como la tristeza o el aburrimiento. Esto se denomina comer emocional.
Existen diferentes alternativas para mejorar la relación de los individuos con la alimentación, una de ellas es acudir a profesionales de la salud como Juana María Fernández Galbis, miembro de la red Nutricionalmente. Esta psicóloga y nutricionista está especializada en trastornos de la alimentación y en las relaciones disfuncionales con la comida y con el cuerpo.
Cómo tratar el comer emocional
El comer emocional se caracteriza por ser una forma de aliviar o transitar una emoción que puede ser la alegría, el aburrimiento, la ansiedad o la tristeza, a través de la comida. Esta práctica se diferencia del comer compulsivo en tanto en el comer emocional hay una respuesta consciente del individuo, mientras que en las compulsiones no hay dirección ni consciencia, sino que es una reacción a una determinada tensión.
Es importante mencionar que el comer emocional por sí solo no significa un problema y forma parte de una conducta alimentaria normal. No obstante, puede convertirse en problemática cuando se vuelve una dependencia y es la única herramienta con la que cuenta la persona para gestionar sus emociones.
En esta instancia es que resulta imprescindible acudir a profesionales especializados en psicología que puedan orientar al paciente y ayudarlo a desarrollar otras estrategias de gestión emocional. Al mismo tiempo, el psicólogo o el psiquiatra debe trabajar en conjunto con un nutricionista que aborde los aspectos metabólicos y nutricionales.
Alimentación consciente
Juana María Fernández Galbis es psicóloga y nutricionista, y se ha dedicado a ayudar a cientos de personas a mejorar su relación con la comida y a retomar el placer de nutrirse conscientemente. Los pilares sobre los que funda su trabajo para ayudar a los individuos a alcanzar esos objetivos son: el aumento de la autoestima y el potencial personal, la implementación de hábitos de autocuidado y el desarrollo de una conducta alimentaria consciente.
Para iniciar este proceso de transformación es posible acceder a una primera consulta de descubrimiento que es gratuita, dura alrededor de 20 minutos y puede ser online o presencial. Allí se llevará a cabo el diseño de un plan específico, adaptado a las necesidades del paciente y del cual él será partícipe en todo momento.
La duración del programa dependerá de las particularidades de cada caso y las consultas se irán espaciando conforme el paciente recupere la autonomía en la alimentación. De igual modo, en las sesiones recibirá diferentes técnicas para trabajar en la cotidianidad y tendrá un acompañamiento permanente de la profesional a través de audios, grabaciones y correos.