Muchas historias curiosas respecto a cosas que se compran en bazares o artículos de segunda mano hemos leído o escuchado, sobre todo de objetos o piezas que, literalmente, se convierten en una auténtica aguja en un par, ya que los compradores los adquirieron por una ganga, descubriendo, más adelante, que tienen un auténtico tesoro en las manos.
Eso fue lo que le ocurrió a un hombre en Indiana, cuya identidad se ha mantenido en el anonimato, quien de acuerdo a Art & Object, decidió acudir a una tienda de segunda mano para comprar un cuadro con el que pudiera tapar un agujero que había en una de las paredes de su casa.
Luego de buscar y buscar, finalmente halló una pintura que le llamó mucho la atención, ya que la obra mostraba unas magnolias de color blanco, colocadas sobre una mesa que estaba cubierta con un terciopelo marrón.
El comprador adquirió la pintura por $30 dólares, misma que permaneció colgada durante muchos años en la pared de su vivienda hasta que, un día jugando el juego de mesa de subasta “Masterprice”, se topó con una imagen idéntica a esta.
Para contextualizar, de acuerdo a Board Game Geek, “Masterprice” pone a los jugadores en la posición de pujar entre sí por obras legendarias del juego, desafiándolos a determinar si algunas son falsificaciones o no.
Al ver la pintura en el juego, rápidamente recurrieron a internet para investigar un poco sobre ella, descubriendo así que fue hecha por Johnson Heade, un legendario artista estadounidense conocido por pintar paisajes y naturalezas muertas de flores tropicales.
El hombre decidió llevar la obra a una casa de subastas en donde lograron verificar que era auténtica y terminó siendo vendida por $1,2 millones de dólares.
