Una juez de Almería ha condenado a una madre por dos delitos de maltrato en el ámbito familiar después de que, en diferentes ocasiones, pegara a sus hijos de tres y dos años de edad cuando se encontraban en el domicilio familiar para que se estuvieran quietos.
El fallo, dictado en firme tras la conformidad de las partes y al que ha tenido acceso Europa Press, impone a la acusada 130 días de trabajos en beneficio de la comunidad al tiempo que le prohíbe acercarse a ambos menores a menos de 500 metros y comunicarse con ellos por periodo de un año.
La sentencia, por otra parte, absuelve a la acusada de un delito de amenazas después que la Fiscalía retirara los cargos en este sentido, toda vez que la acusación particular, ejercida por la abuela de los niños, se adhirió a la petición del Ministerio Público.
La acusada, que cuenta con un tercer hijo aún más pequeño, se encontraba el 30 de agosto en su vivienda cuando le dijo al mayor de los hermanos que «se estuviera quieto o lo iba a estrellar», de modo que llegó a cogerlo «fuertemente» del brazo y a «pegarle en el trasero» sin que llegara a causarle una lesión.
Asimismo, en una hora no determinada del 14 de septiembre, la acuasada se dirigió a su otra hija, a la que pidió que «no saltara en la cuna». No obstante, como siguió haciéndolo, «le pegó en el brazo, con ánimo de menoscabar su integridad física, sin que conste le causara lesión».