El Atlético de Madrid se clasificó este miércoles para los octavos de final de la Copa del Rey 2022-2023 después de imponerse por 0-2 al Real Oviedo, tras un partido sobrio y con más brillo ofensivo en los primeros 45 minutos y que manejó bajo la batuta de Antoine Griezmann.
El conjunto colchonero sacó un billete trabajado por la resistencia de su rival, que se mantuvo con opciones hasta los compases finales, cuando los de Diego Pablo Simeone sentenciaron para encadenar su cuarta victoria consecutiva, tres ante oponentes de menor categoría y en el torneo del k.o, pero que alimentan su confianza antes del examen del domingo ante el FC Barcelona.
Y su crecimiento tiene que ver seguramente con el que está viviendo un Griezmann, uno de los pocos titulares que repitió respecto a la victoria ante el Elche. El ya ‘todocampista’ francés brilló, lideró y fue clave en los dos goles de su equipo, renovado en su once, sin Joao Felix, que ni siquiera viajó, pero con jugadores como Koke, Morata o el mundialista Nahuel Molina.
Con esos mimbres, los rojiblancos se plantaron bien el Carlos Tartiere y dominaron a un rival, que se guardó a jugadores para el fin de semana, sobre todo a Borja Bastón y Sergi Enrich, sus dos delanteros titulares. Los de Álvaro Cervera tardaron más en asentarse en el campo y lo hicieron cuando ya habían recibido tras avisos visitantes por parte de Morata, Llorente, con buena parada de Tomeu Nadal, y de Carrasco.
Pero a partir de ahí, el conjunto ovetense se fue rehaciendo y también se estiró sobre todo por los lados. Obang no pudo conectar bien a un buen centro de Hugo Rama que se paseó ante cierta pasividad de la zaga colchonera y Tarín tuvo la mejor de los suyos con un remate tras un falta lateral que se fue cerca del palo, aunque podría haber falta sobre Witsel en la dejada de su compañero. Obeng cerró este carrusel local con un disparo en el corazón del área, pero que se fue muy por encima de la portería de Oblak.
Sin embargo, en el siguiente intercambio, el Atlético golpeó primero con el gol de Llorente, que pese a no tocar bien el balón, lo hizo lo suficiente para superar por encima al guardameta del Oviedo tras un sensacional pase de Griezmann al primer toque. El francés demostró estar en un gran estado de forma y desde una posición más retrasada fue un quebradero de cabeza para la zaga del Oviedo, al igual que un animado Morata.
MENOS OCASIONES TRAS EL DESCANSO
Precisamente, el de Macon pudo hacer el 0-2 poco después, pero su remate, tras tocar en un defensa, fue desviado por Nadal. Los de Simeone lanzaron otro arreón que aguantaron los ‘carbayones’, los últimos en avisar antes del descanso con un disparo en buena posición, pero excesivamente flojo de Viti.
Cervera decidió meter a Borja Bastón para la segunda mitad y el canterano del Atlético rozó el empate en el primer balón que tocó con un lanzamiento que se fue rozando el palo y tras una inoportuna pérdida de Lemar cerca del área. La ocasión animó a los locales en un inicio con mucho ritmo, que el conjunto madrileño trató de controlar, aunque sin llevar demasiado peligro.
El ‘Cholo’ decidió entonces refrescar el medio con la entrada de Kondogbia y de Pablo Barrios por Koke y Lemar. El prometedor canterano avisó de su calidad pronto con un gran pase a la entrada de Nahuel Molina, que no logró conectar del mejor modo su disparo, que tampoco encontró un rematador posterior.
De todos modos, el Atlético, agarrado siempre a la asociación que daba Griezmann y al incansable esfuerzo de Llorente por la banda derecha, no tenía tanta ‘chispa’ como en el primer acto y además también prefirió cederle poco a poco más la iniciativa a su rival, que seguía enganchado al duelo. El conjunto asturiano apretó en busca del empate, pero fue sentenciado por Pablo Barrios, ejecutor de una conexión iniciada por Griezmann y con gran pase de Correa.
Por su parte, el FC Barcelona resolvió (3-4) con una disputa inesperada ante el FC Intercity su estreno este miércoles en la Copa del Rey para acceder a octavos de final, con los goles y el liderazgo que compartieron Ronald Araujo y Ousmane Dembélé, pese a un triplete de Solde que hizo frotarse los ojos al ‘rey de copas’.
El equipo de Xavi Hernández tuvo pegada pero también regaló atrás, convirtiendo el cruce con el equipo de Primera RFEF en una moneda al aire por momentos. El Barça, equipo con más títulos en el torneo del K.O (31), ganó el juego por calidad y acierto, pero necesitó mucho y una prórroga, a pesar de las varias ocasiones que fue amasando, en especial en los pies de Dembélé.
El Rico Pérez, casa del Hércules, tuvo un ambiente festivo pero tranquilo, con bastante afición azulgrana, lejos de llegar a ser encerrona. La trampa culé fue dormirse, con el marcador a favor desde el minuto 4 y un rival inferior sobre el papel. El tanto de cabeza en un saque de esquina no fue lo único destacable de Araujo, siendo el central también decisivo atrás, en su regreso tras lesión y tras ir al Mundial con Uruguay pero no jugar.
El sudamericano ejerció de jefe y sacó además bajo palos la mejor local, un remate de Aarón Piñán que se colaba en la red. El Barça, con Pablo Torre y Memphis en el once y sin Pedri ni Lewandowski, tocó bien y rápido pero pronto llegó ese aviso de Piñán. Las carreras de Dembélé sirvieron a los de Xavi para no caer en el letargo pero el francés perdonó mucho.
En la reanudación, pese al goteo del galo sobre la meta local, el Intercity cambió el plan a una versión más ofensiva, jugando en campo contrario y recuperando balones de peligro. Al Barça se le vieron las costuras y Solde, hombre del partido, hizo el 1-1.
Xavi movió banquillo con Gavi, Rapinha y un Eric García que no dio la misma seguridad que Araujo, y encontró la respuesta pronto en la enésima de Dembélé (1-2). El francés definió a la perfección picando el balón ante el portero, pero el partido se volvió loco. Solde, como pesadilla culé, neutralizó el tanto del francés y apareció una vez más para igualar el que logró después Rapinha, tras asistencia de un Alba que dejó una gran actuación.
El choque se fue a la prórroga con un Barça volcado, atacando con todo, pero descuidando atrás. El Intercity rozó la gesta pero el asedió culé se cobró el 3-4 con Ansu Fati. El equipo de Xavi se puso las pilas a la fuerza en un inicio copero que, eso sí, igual les recuerda a la Copa ganada con Koeman a base de prórrogas.