El Atlético de Madrid superó la primera ronda de la Copa del Rey sin sustos ni problemas tras derrotar (0-3) al humilde Cardassar, un equipo de la Tercera División que aguantó con dignidad el tramo inicial, pero que acabó sucumbiendo a los goles de Thomas Lemar, Sime Vrsaljko y el canterano Ricard Sánchez.
La tarde-noche iba de oportunidades en un Atlético donde jugar cada vez está más caro. Simeone lo avisó en la previa, «juega el Atleti, su escudo y sus valores», independientemente de los futbolistas que se vistieron de rojiblanco en el campo de Es Moleter, donde se dieron cita poco más de 300 espectadores, entre ellos el local Rafael Nadal.
El tenista fue uno de los voluntarios que hace dos años ayudó con las inundaciones en la localidad de Sant Llorenç des Cardassar, precisamente en el estadio de los mallorquines, que quedó completamente destrozado por la desgracia natural. Dos años después, la ciudad disfrutó del actual líder de la Liga y del diez veces campeón de Copa en una cita que no hubiese sido igual sin la pandemia.
Simeone no regaló minutos, ni tan siquiera al ‘olvidado’ Saponjic, que tuvo que esperar a la segunda mitad para pisar el césped artifical de los camps d’esports Es Moleter. Jugó Kondogbia, Vitolo, Correa, Saúl, Lodi… jugadores titulares en ‘Champions’ y en Liga, pero que tuvieron que ponerse el mono de trabajo en la Copa para seguir haciendo grande a este ‘Atleti’, que no huele el título del KO desde hace siete temporadas.
Entre estos futbolistas, el francés Thomas Lemar, que sigue acumulando méritos para convertirse en el jugador que un día fichó el Atlético de Madrid por 72 millones de euros. A su reciente gol en Liga ante el Valladolid, sumado a los buenos minutos contra el Bayern, le añadió otro gol este martes para desatascar el duelo desde la frontal del área.
Lemar pisó con la zurda, con la derecha, repensó en el balcón del área hasta que golpeó el cuero para ajustarlo a la base del poste. Tras pegar en la madera se convirtió en el 0-1 y el consecuente resoplido de los colchoneros. El tanto desactivaba el ‘modo susto’ al que tantos ‘primeros’ suelen acogerse cada vez que juegan la Copa del Rey.
Antes del descanso llegó el 0-2 con el mejor gol del partido, un zurdazo del lateral diestro Ricard, un canterano que se está ganando los minutos, a pocos minutos del tiempo de descanso. La diana dejó sin opciones a los baleares, cuya mejor opción se esfumó en botas de Miguel al desperdiciar un mano a mano con el debutante Grbic, que apenas tuvo trabajo en su debut oficial como rojiblanco.
Los de Miguel Ángel Tomás dieron la cara e intentaron salir a la contra en la segunda mitad, pero poco cambió el guión del partido, que vio su tercera tanto ya en la recta final tras un pase de Torreira que empujó -con una gran volea- el recién regresado Sime Vrsaljko, que estuvo certero en el área pequeña. El partido terminó sin sobresaltos y con el trámite más que superado.