La selección de fútbol de Croacia venció este miércoles por 2-4 y con prórroga a la de Países Bajos, con una actuación decisiva del veterano centrocampista Luka Modric, y accedió así a la final de la Liga de Naciones, privando al anfitrión de tomarse la revancha de su derrota definitiva en la edición de 2019.
Las gradas del Stadion Feijenoord, con fama de ruidosas, vivieron un inicio de partido casi sin ocasiones hasta el minuto 24. Aunque Luka Modric envió entonces una volea al fondo de la portería rival, su disparo estaba anulado debido a una patada previa de su compañero Mario Pasalic sobre Nathan Aké, en un intento de chilena.
Respiró tranquilo ‘De Kuip’, que incluso se envalentonó a raíz de una clara oportunidad de Teun Koopmeiners. Dentro del área de Croacia, el centrocampista de la Atalanta se plantó ante el guardameta escorado a la izquierda, pero su disparo se marchó bastante por encima del arco de Dominik Livakovic.
Esa acción fue el preludio del 1-0, anotado por Donyell Malen pasada la media hora de encuentro. Un balón filtrado por Aké a Mats Wieffer, con éste dentro del área, pilló a la defensa croata descolocada; Wieffer asistió al lado derecho, donde Malen controló con la diestra y remató cruzado de inmediato para batir al portero.
Los pupilos de Zlatko Dalic no acusaron en exceso el golpe, pues se hicieron dueños de la pelota hasta alcanzar el descanso. Pero les faltaba mordiente para poner en peligro a la pareja de centrales y a Justin Bijlow. No en vano, el portero de la ‘Oranje’ apenas había intervenido en los primeros 45 minutos.
Sin embargo, al regreso de los vestuarios, la dinámica cambió por completo. Andrej Kramaric avisó de la amenaza balcánica con una bonita jugada individual, atacando por la banda izquierda; en el pico del área neerlandesa, recortó hacia dentro y efectuó un derechazo que estuvo cerca de la escuadra de Bijlow.
Gracias a esa inercia, Croacia igualó el marcador en el 55′. En una jugada sin aparente dificultad, Modric robó un balón a Cody Gakpo sobre la línea del área local y avanzó un metro, siendo agarrado levemente y derribado por el propio ariete del Liverpool. El árbitro rumano István Kovács no dudó y decretó el penalti, transformado por Kramaric.
Pocos recursos mostró ahí el equipo dirigido por Ronald Koeman. Lo intentó Xavi Simons, con un tiro que no incordió a Livakovic, antes de ser sustituido por Wout Weghorst. Buscaba Koeman el efecto sorpresa con el actual delantero del Manchester United, igual que había hecho durante el Mundial disputado en Catar el pasado diciembre.
Pero los movimientos en el banquillo neerlandés no dieron frutos y, para colmo, Croacia culminó su remontada con el gol de Pasalic. Tras un arreón por la banda izquierda, Luka Ivanusec aprovechó el marcaje nada férreo de Denzel Dumfries y pasó el balón a Pasalic, que en el corazón del área se zafó de Van Dijk y de Aké.
LANG FUERZA LA INFRUCTUOSA PRÓRROGA
La pasividad de los defensas de la ‘Oranje’ permitió al mediapunta de la Atalanta remachar esa asistencia, a un palmo del suelo, con la bota zurda. Bijlow poco pudo hacer para despejar ese remate, como ejemplo de la impotencia local. Pero Koeman no desistió y gastó cartuchos, metiendo en el campo a Noa Lang.
Después de que Países Bajos se lo jugase a la épica, con tiro incluido de Gakpo rozando el poste, la alegría para ‘De Kuip’ estuvo reservada hasta el último suspiro. A punto de cumplir los seis minutos añadidos por Kovács, el propio Lang hizo el 2-2 con un derechazo salvador en pleno barullo.
En un centro de Koopmeiners desde la derecha al lado contrario, Van Dijk se elevó más que cualquier otro jugador croata y prolongó de cabeza hacia dentro del área. Aké no alcanzó el balón en primera instancia y Weghorst tampoco se topó con varios defensas rivales, pero el rebote llegó a botas de Lang para marcar y forzar la prórroga.
Al poco de empezar ese tiempo suplementario, Bruno Petkovic anotó el 2-3 con un derechazo lejano, dando la razón a su entrenador Dalic por haberlo introducido. Beneficiándose de que Van Dijk no encimase en la frontal, el ’17’ croata recibió un pase de Modric y no se lo pensó; ejecutó un disparo fuerte a media altura, que entró pegado al palo.
Sumido su adversario en la incertidumbre, el equipo balcánico se acercó al 2-4 gracias a un centro de Josip Stanisic desde la banda derecha, que Frenkie de Jong desvió hacia córner de milagro; el centrocampista culé, en su despeje, casi firmó un autogol que hubiese sido la sentencia.
Los de Dalic se dedicaron a contemporizar en la segunda parte de la prórroga, pero no esquivaron los sustos. En el 109′, Steven Bergwijn estrelló contra el pecho del portero croata un potente lanzamiento con la diestra, tras una internada por el costado. Lang falló en el rechace de esa acción, cuando el guardameta había salido.
El correcalles de los últimos compases favoreció a Croacia, que merodeó el cuarto gol con un tiro de Pasalic al travesaño y que al fin lo encontró con otro penalti, esta vez transformado por el madridista Modric. Había cometido Tyrell Malacia esa pena máxima sobre Petkovic, erigido a esas alturas como gran protagonista de la prórroga.
Modric, muy aplaudido por el estadio al ser reemplazado, saboreó un triunfo que pudo ser todavía mayor. Pasado ya el 120′, Petkovic anotó mediante un zurdazo con recorte. A instancias del VAR, el ‘trencilla’ anuló lo que habría sido el 2-5, pero no impidió que Croacia amarrase un billete para la final del próximo domingo (20.45 horas).