Daniel Paloma Freire, un profesional especializado en las finanzas internacionales que cuenta con una amplia experiencia asesorando a clientes particulares, empresariales y miembros del sector financiero, analiza el mercado internacional desde la perspectiva del aumento en el tipo de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos y su rol en el sector financiero internacional.
El motivo de la relevancia del estado de este mercado en los sectores internacionales es que el tipo de cambio adoptado por Estados Unidos sirve como valor de referencia para las economías locales alrededor del mundo, las cuales podrán experimentar crecimientos o bajas dependiendo del aumento o disminución de estas tasas. Por ello, las fluctuaciones en esta tasa de interés son tomadas como referencia por los asesores financieros más experimentados a la hora de tomar decisiones sobre la realización de inversiones o la solicitud de créditos. Las implicancias de las decisiones de la Reserva Federal de Estados Unidos afectan tanto a los grandes actores de los sectores financieros como lo son las entidades bancarias y aseguradoras, como a los sectores empresariales y a los particulares, quienes deben adecuar su toma de decisiones al estado actual de la economía internacional.
Daniel Paloma Freire, un profesional que conoce en profundidad las finanzas internacionales
Daniel Paloma Freire es un estratega financiero internacional, economista certificado y perito fiscal, especializado en la evaluación y el diseño de planes y estructuras financieras que faciliten a las empresas mantener su sostenibilidad económica alrededor del mundo. Su trayectoria le ha permitido formarse en las áreas las finanzas internacionales, los impuestos y las inversiones, lo cual lo convierte en un gran aliado a la hora de recibir asesoría sobre el mercado internacional.
El principal motor que ha impulsado su trabajo hacia la experticia en estas áreas es su pasión por los números y su constancia a la hora de enfrentarse a retos profesionales. Esto le ha llevado a formar parte del sector bancario en el rol de subdirector y analista de riesgo en operaciones de crédito, además de haber actuado como administrador de activos y pasivos asesorando tanto a clientes particulares como a empresas. Asimismo, ha integrado el equipo de diversos bufetes de abogados como asesor fiscal, contable y mercantil, y ha asistido a pequeñas y medianas empresas en el área financiera, lo cual le brindó la experiencia necesaria para formar su propia empresa, desde donde asiste a otras compañías a planificar sus finanzas con una proyección internacional, alrededor de toda Europa y Sudamérica, ocupando un rol crucial a la hora de realizar el pago de impuestos y diseñar los planes estratégicos para la misma.
Desde su rol dentro del sector financiero internacional, este profesional analiza las implicancias del aumento en las tasas que regulan el tipo de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos, un hecho que repercute en el funcionamiento de la economía internacional, al influir directamente en el sector financiero. Por esta razón, el conocimiento de las circunstancias que afectan al sector financiero estadounidense es crucial a la hora de tomar decisiones que impliquen tanto la inversión como la solicitud de un crédito, sin importar la ubicación geográfica del potencial inversor. En este sentido, la actual crisis inflacionaria del país anglosajón y el consecuente aumento de la tasa de interés de la Reserva Federal poseen consecuencias directas sobre la economía mundial.
Daniel Paloma Freire y el análisis del sector financiero internacional teniendo en cuenta la crisis inflacionaria de Estados Unidos
Las circunstancias atípicas en las cuales se encuentra el mercado financiero internacional a causa de las fluctuaciones económicas y la readecuación de las finanzas a los nuevos procesos han ocasionado un alza en la inflación en países del primer mundo, de cuya estabilidad económica depende la estabilidad de los sectores financieros del resto del mundo. Este es el caso de Estados Unidos, país que por primera vez en muchos años se encuentra frente a la problemática de la inflación. Este fenómeno implica un aumento generalizado de los precios de los productos o servicios en un lapso de tiempo determinado.
Como consecuencia, un aumento en la inflación significa que la moneda pierde valor, pudiéndose comprar cada vez menos bienes y servicios por la misma cantidad de dinero. Este fenómeno posee diversas causas, como un aumento en la oferta monetaria, que se da a causa de un aumento en la impresión de billetes por el banco central de un país determinado. Otra causa posible es el crecimiento de la demanda de bienes y servicios a niveles que las empresas proveedoras no son capaces de cubrir, lo cual ocasiona un aumento en los precios. Una tercera posible causa de la inflación son los altos precios de producción de bienes y servicios, o los aumentos salariales demasiado altos.
Los países se encuentran en la necesidad de luchar contra la inflación debido a que este fenómeno posee un impacto negativo tanto en la economía de los mercados como en la economía de los particulares. Entre los principales efectos de la inflación se encuentran el incremento de precios, la disminución del poder adquisitivo y el acaparamiento de los productos, que producen un detrimento en los sectores productivos. Asimismo, la capacidad de ahorro de los particulares disminuye, ya que deben destinar más dinero para adquirir los mismos productos. Otra de las consecuencias de la inflación es el acaparamiento de bienes, ya que tanto las personas como las empresas se encuentran en la obligación de aprovisionarse de productos en caso de que los mismos aumenten de precio a futuro.
Por estos motivos, disminuir la inflación y detener su crecimiento son dos preocupaciones cruciales de los gobiernos de todos los países. La lucha contra este fenómeno no es un proceso sencillo y suele extenderse a lo largo del tiempo, por lo que uno de los remedios más efectivos es aumentar la tasa de interés de la deuda pública, lo cual produce indirectamente un aumento en las tasas de los préstamos para consumo, lo cual disminuye la demanda de los productos y servicios.
En este contexto, Estados Unidos se enfrenta a un incremento imprevisto de la inflación, a niveles que este país no se encuentra habituado. Con el fin de detener este crecimiento, la Reserva Federal de Estados Unidos se encuentra aumentando los tipos de interés oficiales de manera periódica. El último de estos aumentos ha representado solo 0,25 puntos, después de haberse realizado cuatro ascensos consecutivos de 0,75 puntos. Tras esta alza, el tipo de interés se encuentra en un rango entre el 4,5 % y el 4,75 %, lo cual representa el nivel más alto desde septiembre de 2007. Al respecto, el comité de política monetaria de Estados Unidos anticipa que estos incrementos progresivos serán apropiados para disminuir la inflación hasta que alcance un 2 % con el paso del tiempo, un porcentaje estable y acorde a la economía del país. En este sentido, las medidas del país se encuentran orientadas a mantener la dureza de las mismas hasta tanto se alcance el objetivo deseado.
Respecto a los motivos a los cuales alude el comité para implementar estas medidas, se encuentran causas de política internacional, salud mundial, y alza en los precios de determinados bienes a nivel internacional. Con el objetivo de mantener los tipos de interés actualizados, el objetivo es volver a analizar estas causas de manera periódica para ajustar las medidas de forma acorde. Algunos de los factores que se tendrán en cuenta con estos objetivos son el endurecimiento de la política monetaria, los retrasos con los cuales la misma afecta a la actividad económica y a la inflación, y la evolución del estado de los sectores económicos y financieros a lo largo del tiempo.
Daniel Paloma Freire comenta sobre el impacto de las fluctuaciones en el tipo interés
Las subidas en el tipo de interés poseen diversas consecuencias, impactando de manera directa en la vida cotidiana de los particulares con efectos como el encarecimiento de las hipotecas, los préstamos al consumo y la financiación de inversiones. El objetivo del ajuste de los tipos de cambio es disminuir la demanda de bienes para, de esta manera, generar condiciones más estables para la economía y alivianar la presión de estas circunstancias sobre los precios. El mayor riesgo de estas medidas es que puede ocasionarse una recesión indeseada, por lo que los aumentos progresivos son una gran alternativa a la hora de evaluar de manera periódica el mercado con el fin de implementar los tipos de interés que mejor se ajusten de acuerdo a las condiciones económicas actuales.
Al respecto, es importante tener controlado el nivel que alcanzarán los tipos de interés y durante cuánto tiempo se mantendrán en cifras elevadas, y no solo el ritmo al cual subirán. Esta previsión permite adecuar el aumento de los tipos interés a las condiciones reales del mercado, lo cual permite tanto a ciudadanos como inversores y miembros de los sectores productivos tomar decisiones financieras acordes al panorama económico futuro.
En la práctica, el aumento en los tipos de interés para frenar la inflación posee como consecuencia directa un encarecimiento del crédito. Esto significa que, a más altas tasas, menos beneficioso será contraer deudas, tanto para los particulares como para los principales actores del sector económico. Esto se debe a que los créditos de todo tipo son otorgados por un valor que se encuentra establecido con base en las tasas de tipo de interés vigentes, por lo que la misma determinará la suma que quienes soliciten el crédito deberán abonar a la entidad que lo otorgue. Cuanto mayores sean las tasas, mayor será el porcentaje a pagar para la obtención del crédito. Por esta razón, es importante contar con la guía de un asesor financiero que conozca el mercado de forma acabada a la hora de contraer deuda o invertir, sobre todo cuando los mercados internacionales se encuentran en constante fluctuación, con una tendencia a desalentar las inversiones.
Este encarecimiento del crédito afecta en mayor medida a aquellos que requieran grandes préstamos para realizar sus operaciones, como es el caso de las empresas que necesitan adquirir grandes volúmenes de bienes para poder hacer frente a las demandas del mercado, o a aquellos particulares que busquen invertir en el sector inmobiliario o automovilístico con el objetivo de obtener una rentabilidad a largo plazo. Esto se debe a que, a la hora de autorizar los préstamos solicitados, la banca comercial cobrará un interés más alto del que previamente se aplicaba, por lo que a la larga y luego de la estabilización de la economía que podrá llevar a una disminución en el tipo de interés, el precio del crédito será alto con respecto a las condiciones económicas del mercado en un momento dado.
Los cambios en las condiciones crediticias afectan tanto a las grandes inversiones como a las pequeñas financiaciones, como lo es el uso de tarjetas de crédito, que aplican una tasa variable de interés en el caso de haber un incumplimiento en el pago, la cual se ve directamente afectada por el tipo de interés aplicado a grandes operaciones.
La consecuencia directa del aumento del precio del crédito es la disminución del poder adquisitivo, por lo que además de un desaliento de las inversiones, la moneda se desvaloriza. A niveles macro, los Estados encuentran una mayor dificultad a la hora de financiar sus deudas fiscales y, a niveles micro, los particulares deben ajustar sus gastos a causa del encarecimiento de los bienes respecto a las sumas que perciben. Como resultado, los capitales tienden a moverse hacia países y mercados que ofrezcan tasas de interés altas, con el fin de obtener mejores retornos para los inversores, por lo que las economías afectadas por los aumentos en las tasas de interés pueden verse afectadas por la disminución de las inversiones.
Al contrario que el desaliento para el consumo, el aumento de las tasas incentiva al ahorro. Esto se debe a que se vuelve más rentable poseer el dinero en una cuenta bancaria que realizar grandes consumos o invertir en otro tipo de mercados. Debido a la disminución del consumo, el crecimiento económico se ve afectado, con una tendencia hacia la moderación, ya que la tasa de inversión de las empresas disminuye. Estas limitaciones transitorias al crecimiento permiten desacelerar la inflación y, así, obtener economías más funcionales y estables a largo plazo.
Daniel Paloma Freire sobre el efecto del aumento en las tasas de interés de Estados Unidos sobre la economía internacional
Cuando las tasas de interés se encuentran en alza las empresas encuentran dificultades a la hora de obtener capital. Esto tiene por consecuencia una dificultad a la hora de reunir el capital necesario para invertir, así como una disminución de las ganancias a corto plazo. A largo plazo y en la medida en la cual las tazas se encuentren en subida, se presenta una baja en las expectativas de ganancias. De esta situación, derivan dos resultados: una baja en la cantidad estimada de flujos de efectivo futuros y una reducción del precio de las acciones de la empresa. Cuando esto es consecuencia del aumento en las tasas de interés de mercados de gran influencia como lo es el estadounidense, este efecto se produce en gran parte del mercado, por lo que existe una disminución generalizada del precio de las acciones de las empresas. Si suficientes empresas experimentan una caída en el precio de sus acciones, lo cual implica que disminuye el valor de las mismas en el mercado, todos los índices clave que se utilizan para realizar un seguimiento de las condiciones mercantiles disminuirán, desalentando a las inversiones.
Uno de los sectores que tiende a beneficiarse de las subidas de los tipos de interés es el financiero, ya que las ganancias de bancas, casas de bolsa y compañías hipotecarias y aseguradoras aumentan a medida que crecen las tasas de interés, puesto que reciben una mayor ganancia a la hora de realizar préstamos. En este sentido, si bien las inversiones disminuyen, aquellas que se realicen serán más beneficiosas para los actores del mercado financiero que se encuentren afectados por los tipos de cambio en alza. Por esta razón, las entidades encargadas de emitir crédito poseen una tendencia a adaptarse a las fluctuaciones cambiarias de mercados como Estados Unidos.
Por otra parte, las tasas de interés afectan de manera directa e inversa a los precios de los bonos, lo cual significa que mientras mayor sea la tasa de interés, menor será el precio de los bonos, mientras que a menores tasas de interés mayores serán los precios de los bonos. Este efecto, conocido como cautiverio, hace que mientras más largo sea el vencimiento del bono, más fluctuará en relación con las tasas de interés. De esta forma, aumentos graduales como los que se encuentra adoptando Estados Unidos tienden a la estabilidad del precio de los bonos, ya que el mismo no aumentará ni disminuirá de forma abrupta o imprevista.
Otra consecuencia directa del aumento de las tasas de interés de Estados Unidos en el mercado internacional es el efecto de las expectativas de los actores del mercado. Esto se debe a que las fluctuaciones en los tipos de cambio afectan la psicología de consumidores e inversores, quienes se verán desalentados respecto a sus expectativas de crecimiento cuando las tasas se encuentren en alza, disminuyendo sus gastos. De la misma manera y debido a una disminución en los gastos e inversiones, las ganancias también se verán reducidas. Estos efectos pueden percibirse incluso antes de que la Reserva Federal de Estados Unidos anuncie el aumento del tipo de cambio, ya que las tendencias en el mercado permiten, a través de un buen análisis de las mismas, adelantarse a las potencialidades del mismo y ajustar las acciones y expectativas futuras de manera acorde a estas. Como consecuencia, el mercado puede experimentar crecimientos y bajas anticipadas de acuerdo a las expectativas de sus actores. Por consiguiente, si las expectativas difieren significativamente de las acciones de la Reserva Federal, el mercado puede reaccionar de forma exagerada y tomar medidas abruptas para adecuar su accionar a las condiciones reales del mercado.
De todas maneras, a la hora de analizar los efectos de las fluctuaciones de las tasas de interés, es importante tener en cuenta que generalmente existe un retraso de doce meses en la economía, lo cual implica que pasará al menos un año hasta que pueda verse realmente el impacto de cualquier aumento o disminución en las tasas de interés. Por este motivo, la Reserva Federal ayuda a mantener la economía en equilibrio a largo plazo al ajustar la tasa de los fondos federales, ya que esto permite a los inversores tener un panorama general amplio que les permita tomar mejores decisiones a la hora de invertir. De esta manera, una lectura acertada de los efectos del ajuste en las tasas de interés es fundamental para poder prever las tendencias mercantiles con un año de anticipación. Debe recordarse que las decisiones de los particulares, las empresas y los sectores financieros de forma anticipada a las fluctuaciones en el mercado pueden producir modificaciones en las tendencias que se esperan en el mismo. Por ende, el análisis de estos factores no es garantía de las tendencias reales en el mercado, que puede reaccionar de formas no previstas ante los cambios en la conducta de sus principales actores.
En conclusión, las modificaciones en las tasas de interés, ya sea por su aumento o por su disminución, afectan a la economía internacional al influir en diferentes áreas de la misma. El precio de las acciones, las tasas de interés de los bonos, el gasto de los consumidores y las empresas, y las tendencias a la inflación y la recesión son efectos vinculados directamente al valor de las tasas de interés. Por esta razón, es de suma importancia conocer el valor de la tasa de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos, utilizada como parámetro en los sectores económicos de todo el mundo, a la hora de tomar decisiones financieras. En este sentido, es recomendable contar con la asesoría de un experto en el sector de las finanzas internacionales que pueda evaluar de manera global la situación del mercado internacional y sus efectos tanto en la microeconomía como en la macroeconomía, para poder tomar decisiones fundadas sobre el rumbo de los capitales.