Daniel Sancho se declara no culpable

Redacción

Día clave para Daniel Sancho. El cocinero español, que continúa en prisión provisional por el asesinato y descuartizamiento del cirujano colombiano Edwin Arrieta, se ha sentado este lunes ante el juez de Samui en una nueva vista oral donde le fueron leídos los cargos de los que le acusa la Fiscalía tailandesa: asesinato premeditado, ocultación del cadáver y destrucción de documentación ajena. Tres cargos de los cuales solo ha aceptado dos.

Y es que, según informan desde EFE, el hijo de Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo se ha declarado no culpable del asesinato premeditado de Arrieta en la isla de Koh Phangan. El español busca a toda costa huir de la premeditación, un agravante que el Código Penal de Tailandia castiga con pena de muerte en su artículo 289.4. No obstante, sí reconoce haberle descuartizado, así como ocultado el cuerpo de la víctima. Insiste en que la muerte del doctor “se debió a un accidente”.

La Fiscalía del país asiático explica que, tras este último movimiento de Daniel Sancho ante el juez, se inicia otro procedimiento que incluye una nueva declaración del acusado, así como otro examen de pruebas que culminarían en un juicio que llegaría entre los meses de febrero y abril de 2024. El próximo 27 de noviembre se celebrará una nueva vista.

La vista de hoy debía haberse celebrado el pasado 26 de octubre. Sin embargo, quedó aplazada hasta este lunes ante la solicitud del joven de disponer de un intérprete del tailandés al español y no al inglés como ocurrió hasta ese momento. Cabe recordar que, según las leyes tailandesas, el tribunal está obligado a ofrecer un traductor si el acusado así lo pide.

Ahora el cocinero deberá reunirse nuevamente con su abogado de oficio, Krit Sudthanom, el letrado tailandés que tomó el caso después de que Rodolfo Sancho decidiera prescindir de los servicios de Khun Anan, el primer defensor de su hijo, por “discrepancias en la defensa”.

La confesión de Sancho

Daniel Sancho se encuentra en prisión provisional desde el pasado 7 de agosto. “Soy culpable, pero yo era el rehén de Edwin. Me tenía como rehén. Era una jaula de cristal, pero era una jaula. Me hizo destruir la relación con mi novia, me ha obligado a hacer cosas que nunca hubiera hecho”, afirmó en su primera declaración. Un macabro crimen que perpetró durante los días que ambos se encontraban de vacaciones en el lugar.

El español confesó los hechos durante los interrogatorios que tuvieron lugar a las pocas horas de que él mismo denunciara la desaparición de Edwin Arrieta. Lo hizo a través de la asistencia de una intérprete y un policía que le traducían del tailandés al inglés.

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