Representantes de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) se han reunido este lunes con la ministra de Sanidad, Carolina Darias, en la sede del Ministerio para trasladarle sus análisis sobre la situación sanitaria y sus principales reivindicaciones.
Según ha explicado la asociación a través de un comunicado, Sanidad ha valorado estas cuestiones «con receptividad», señalando «los problemas relacionados con las competencias del Ministerio y las CCAA a la hora de la mejora de la gestión de los servcicios sanitarios, y su compromiso con la Sanidad Pública y la Atención Primaria, así como con la sostenibilidad del sistema sanitario y el respaldo a la universalidad del mismo».
Desde la FADSP se valora «positivamente» la reunión y se espera que suponga «un avance para la Sanidad Pública y la resolución de los retos que tiene planteados». Además, Ministerio y la asociación se han emplazado a «realizar nuevos contactos para un seguimiento mas detallado de los temas planteados».
El portavoz de FADSP, Marciano Sánchez-Bayle, explicó en declaraciones a Europa Press que el principal asunto que iban a tratar en la reunión era «incrementar de manera importante los recursos del sistema sanitario público, especialmente en Atención Primaria, y aumentando el personal sanitario».
Igualmente, desde FADSP también han planteado a la ministra la necesidad de «fomentar una legislación que blindase la sanidad pública y que no permitiera la privatización de los servicios sanitarios».
Otro de los puntos clave para la asociación es la atención sanitaria a personas no regularizadas, algo que «no está resuelto en este país». A juicio de Sánchez-Bayle, la acogida y asistencia sanitaria de los refugiados de Ucrania «ha demostrado de manera fehaciente de que cuando se ha querido hacer se ha hecho». «Se trata de una cosa de voluntad política», lamentó.
Por último, FADSP también ha abordado con Darias el gasto farmacéutico, que «sigue creciendo de una manera muy importante, muy por encima del gasto sanitario». «Habría que poner en marcha mecanismos para controlarlo y asegurarse de que su crecimiento no supera al del gasto sanitario», remachó.