Un equipo de investigadores del Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) y del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa han desarrollado un nuevo dispositivo que utiliza luz para realizar pruebas diagnósticas de covid-19 en muestras de saliva en menos de 30 minutos.
El estudio, publicado en la revista ‘Biomedical Optical Express’, contó con la participación de los investigadores Rubaiya Hussain, Alfredo Ongaro y Ewelina Wajs, de ICFO, liderados por el profesor de la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados (Icrea), Valerio Pruneri. En colaboración con María Rodríguez, Eva Riveira-Muñoz, Ester Ballana, Julià Blanco, Ruth Toledo, Anna Chamorro, Marta Massanella, Lourdes Mateu, Eulalia Grau, Bonaventura Clotet, supervisados por Jorge Carrillo.
Los resultados del estudio muestran que el sensor puede detectar concentraciones muy bajas de SARS-CoV-2 con una sensibilidad del 91,2% y una especificidad del 90%, similar a la de la PCR pero tan rápida como el test de antígenos.
Los investigadores aseguraron que pretendían buscar una alternativa a las pruebas existentes que combinara “las ventajas y puntos fuertes” de ambas pruebas a partir de muestras de saliva, que son “más fáciles de obtener y provocan menos molestias al paciente”. El nuevo dispositivo utiliza luz para detectar la concentración del virus en un líquido que fluye a través de un pequeño tubo, llamado “canal microfluídico”.
Según explicó la investigadora del IFCO Rubaiya Hussain, “el dispositivo utiliza un par de gotas de saliva y marcadores de luz fluorescente”. Cuando se recogen las muestras de saliva de los pacientes, se introducen “en una solución que contiene anticuerpos fluorescentes” que provoca que, si en la muestra hay partículas virales, los anticuerpos fluorescentes se “adhieren” al virus.
Una vez hecho esto, se introducen las muestras de saliva en el sensor y se hacen pasar por medio de un canal microfluídico bajo la luz de un láser. El láser ilumina la muestra y, en el caso de que esta contenga partículas virales, se emite una señal gracias al marcador fluorescente. En menos de un minuto, el lector transmite los picos detectados de la señal a una gráfica y se alerta al sistema de que la muestra es positiva.
Por otro lado, los investigadores señalaron que esta tecnología “podría adaptarse para detectar otros virus” y remarcaron que con un solo dispositivo es posible realizar “unas 2.000 pruebas al día”. Además, gracias a su bajo coste y la sencillez de su uso, el nuevo sensor podría ser una solución para diagnosticar y controlar la propagación del virus en países en vías de desarrollo.