La Guardia Civil, en el marco de la Operación ‘Jimena Cid’, ha desarticulado una organización que estafaba a sus víctimas mediante la búsqueda y establecimiento de relaciones sentimentales a distancia denominada «amarres de amor garantizados», método asimilado al grupo de los timos o estafas esotéricas, según informaron a Europa Press fuentes del Instituto Armado.
Hasta el momento hay seis personas investigadas en las provincias de Lugo, Ciudad Real, Alicante y Madrid, con edades entre los 24 y los 54 años, si bien se han identificado a otras tres más, entre ellas los dos principales cabecillas del grupo, para los que se ha solicitado colaboración policial internacional a través de Interpol para su localización y puesta a disposición judicial.
Se les considera presuntos autores, en distinto grado de autoría, de los delitos de estafa, blanqueo de capitales y amenazas de muerte.
Los hechos se venían sucediendo desde el pasado verano pero no fue hasta el mes de octubre, tras la denuncia de la víctima, cuando el Equipo @ contra la ciberdelincuencia tuvo constancia de una posible estafa perpetrada en la comarca del Arlanza, en la provincia de Burgos.
La persona contacta a través de una conocida red social con un perfil que garantiza la búsqueda y el establecimiento de relaciones amorosas; con la falsa promesa de conseguir su propósito, desembolsa una primera cantidad económica a la que, bajo engaño, continúan otras más, sumas cada vez más elevadas; incluso llega a recibir graves amenazas si abandona y no continúa pagando.
Al final la cantidad económica estafada se aproxima a los 30.000 euros conforme a las pesquisas practicadas.
INVESTIGACIÓN DESDE BURGOS
La complicada investigación llevada a cabo por el Equipo de asesoramiento, prevención y respuesta en materia de ciberdelincuencia de la Comandancia de Burgos ha permitido la identificación de nueve personas, integrantes de una organización jerarquizada y estructurada piramidalmente, con reparto de funciones claramente definidas, que además guardan entre ellas relación de parentesco y también de amistad.
La operación ha sido dirigida por el Juzgado de Instrucción número 1 de Burgos, donde se han entregado las diligencias, y coordinada por los Equipos @ contra la Ciberdelincuancia de la Comandancia de Burgos. Ha contado también con la colaboración de las Comandancias de Madrid, Lugo, Alicante y Ciudad Real.
El grupo lo integran dos cabecillas que actúan desde El Caribe y siete «mulas»–en el argot receptoras del dinero en sus propias cuentas bancarias–con residencia en España.
La víctima ingresa el dinero solicitado en diferentes cuentas bancarias que le son facilitadas; las cantidades son finalmente recogidas por la cúpula, que reparte beneficios.
En la cima se encuentra el responsable de mantener activo el perfil en la red social y de concretar mediante falsas promesas la estafa, así como de llevar a cabo las amenazas para que siga pagando.
Estos grupos sin escrúpulos se valen de la especial sensibilidad y necesidad de la víctima; ofertan falsos servicios bajo la premisa de influir en la mente o pensamiento de terceras personas y conjuros capaces de generar y conseguir el amor, la salud o el trabajo, métodos muy arraigados en culturas latinoamericanas y caribeñas.
Se escudan en el erróneo anonimato de la red y de la indefensión de las personas ya que muchas desisten de denunciar por vergüenza o miedo a posibles represalias mágicas o incluso de sangre.