En el apasionante mundo del vino, Pablo Cortés ha emergido como un auténtico prodigio. Con una destreza excepcional, este enólogo ha sabido capturar la esencia de la uva Monastrell de una manera única e innovadora con DEMUERTE WINES.
A pesar de provenir de una familia de médicos, desde temprana edad, Pablo Cortés se sintió irremediablemente atraído por el universo de la viticultura y la enología, y dirigió sus esfuerzos y estudios en esa dirección.
Arte y ciencia
La enología, como arte y ciencia, despierta los sentidos y la curiosidad de quienes se adentran en el fascinante mundo del vino. Es un campo que abarca la totalidad del proceso de creación de esta apreciada bebida, desde el cultivo de las uvas en el viñedo hasta el momento en que se descorcha una botella para disfrutarla. Los enólogos, con su formación y experiencia, son los artífices detrás de esta magia, cuidando cada detalle para obtener un producto de calidad excepcional. Su labor incluye el manejo de variedades de uva, la fermentación, la crianza en barricas y la evaluación sensorial para lograr una simbiosis única entre aroma, sabor y cuerpo.
La enología es más que una ciencia, es un viaje sensorial que celebra la diversidad de los vinos, desde los robustos tintos hasta los delicados blancos y espumosos. Cada botella es un testimonio de la historia y el terruño de donde proviene, y un enólogo habilidoso es un narrador que, a través de su conocimiento y pasión, hace que cada copa sea una experiencia única. En definitiva, la enología es un tributo al arte de la naturaleza y la creatividad humana, y una invitación a descubrir y apreciar la diversidad de esta bebida que ha cautivado a la humanidad durante siglos.
Pablo Cortés, el enólogo de la Monastrell: una historia de pasión y éxito
Pablo Cortés es un enólogo apasionado que ha logrado un gran éxito en el mundo del vino. Después de completar su formación como Ingeniero Agrónomo, se embarcó en la licenciatura de enología en la prestigiosa Royal Agricultural University en el Reino Unido. Posteriormente, obtuvo un Máster de la UNESCO en Viticultura, Enología y Marketing del Vino. Su corazón siempre ha estado ligado a la uva Monastrell.
En 2005, junto a su pareja, Karel Eissner, fundó la marca de vinos DEMUERTE, centrada en explorar las posibilidades de la uva Monastrell. Esta búsqueda los llevó a asociarse con expertos en esta variedad en Yecla, y juntos crearon un proyecto ambicioso que revolucionó el mercado vinícola. Los vinos se destacan por su alta calidad y presentaciones elegantes y novedosas.
Hoy en día, los vinos se encuentran en los mejores restaurantes de 45 países, y han ganado prestigiosos premios internacionales. El proyecto de Pablo Cortés sigue creciendo y promete un futuro brillante. Su historia es un testimonio de cómo la pasión y la dedicación pueden convertir una idea en una realidad de renombre mundial. Pablo Cortés, el enólogo de la Monastrell, continúa deleitando a amantes del vino en todo el mundo.