Una bola de fuego casi tan brillante como la Luna llena sobrevoló el centro de España a las 1,23 horas del 30 de septiembre. La roca que originó este fenómeno entró en la atmósfera a una velocidad de unos 95.000 kilómetros por hora y procedía de un asteroide.
Así lo ha indicado a Europa Press el científico del Instituto de Astrofísica de Andalucía José María Madiedo, quien es responsable del proyecto Smart en este centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas con sede en Granada.
Debido a su gran luminosidad, este fenómeno, que ha sido grabado por los detectores del proyecto Smart, pudo verse desde todo el país con un llamativo color verdoso.
El evento ha sido analizado por el investigador responsable del proyecto Smart, el astrofísico José María Madiedo. Este análisis ha permitido determinar que la roca que originó este fenómeno entró en la atmósfera a unos a unos 95.000 kilómetros por hora y procedía de un asteroide.
El choque con la atmósfera a esta enorme velocidad hizo que la roca se volviese incandescente, generándose así una bola de fuego que se inició a una altitud de unos 95 kilómetros sobre la provincia de Ciudad Real y siguió una trayectoria «prácticamente vertical». Finalmente, la bola de fuego se extinguió a unos 40 kilómetros de altitud.
Esta bola de fuego ha sido registrada por los detectores del proyecto Smart desde los observatorios astronómicos de La Sagra (Granada), La Hita (Toledo), Sierra Nevada (Granada), Calar Alto (Almería) y Sevilla.
Estos detectores operan en el marco de la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa, que tiene como objetivo «monitorizar continuamente el cielo con el fin de registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes de distintos objetos del Sistema Solar».