La Policía de Rusia ha detenido a la periodista Marina Ovsyannikova, quien en marzo interrumpió un programa en directo para denunciar la ofensiva militar rusa contra Ucrania, según varias publicaciones en sus cuentas en redes sociales.
«Marina ha sido detenida. Se desconoce la información sobre su paradero», indica un mensaje en su cuenta en Instagram, donde además hay publicadas fotografías en las que se la ve junto a dos agentes y un vehículo policial. Las imágenes han sido igualmente publicadas en su cuenta en Telegram.
La detención ha tenido lugar apenas unos días después de que Ovsyannikova realizara una protesta en solitario cerca del Kremlin con una pancarta en la que volvió a denunciar la invasión de Ucrania y criticar al presidente del país, Vladimir Putin.
Asimismo, la periodista publicó durante la jornada del domingo un largo mensaje en su cuenta en Instagram en el que dijo que «no tiene miedo a ser arrestada» y subrayó que «estos monstruos inmorales que comenzaron una guerra pueden hacer cualquier cosa a cualquier persona decente en Rusia».
Marina Ovsyannikova, the former state TV editor who protested the war on air and last week picketed outside the Kremlin, was reportedly arrested earlier today. https://t.co/KoJhNVameA pic.twitter.com/jW1uCDHtFK
— Kevin Rothrock (@KevinRothrock) July 17, 2022
En este sentido, incidió en que su última protesta tuvo relación con el reciente bombardeo contra la ciudad ucraniana de Vínistia (centro) y denunció que «los medios de comunicación y propaganda no dijeron una palabra sobre la muerte de niños» en dicho bombardeo.
Asimismo, destacó que más de 350 niños han muerto en el marco de la guerra y se preguntó «cuántos niños más deben morir para que las tropas rusas dejen de bombardear Ucrania». «Estos niños se han convertido en simples peones en una feroz lucha por el poder, la influencia, los gasoductos y los puertos de grano», zanjó.
Ovsyannikova, que trabajaba para el Canal 1, interrumpió el 14 de marzo las emisiones con una pancarta protestando contra la invasión, a pesar de la prohibición del Kremlin a los periodistas de hablar de «guerra» a lo que las autoridades rusas denominan como «operación especial» en el país vecino. POr ello, fue condenada a una multa de 30.000 rublos (255 euros) por «organizar un acto público sin autorización».