En un extraño incidente en Leesburg, Virginia (EE.UU), Alexandra C. Hopkins, de 35 años, se enfrenta graves cargos después de que, según informes, blandió una espada medieval frente un oficial de policía y un vecino.
El inusual enfrentamiento ocurrió el pasado 8 de febrero, cuando agentes del Departamento de Policía de Leesburg llegaron a una residencia para entregar una orden judicial a Hopkins, según publica Fox News.
A su llegada para ejecutar la orden, los oficiales se encontraron con una situación muy volátil cuando Hopkins supuestamente empuñaba una espada de más de un metro y medio de largo, intentando golpear a uno de los oficiales que respondieron antes de huir a su residencia.
La rápida respuesta de la policía aseguró que Hopkins fuera detenido sin más incidentes, evitando posibles lesiones. Esta rápida acción puso de relieve los riesgos que implican las tareas de aplicación de la ley y la importancia crítica de las técnicas de reducción de tensiones.
Después de su arresto, Hopkins fue acusada de un cargo de agresión a las fuerzas del orden, un cargo de agresión y dos cargos de blandir un arma, lo que refleja la gravedad de sus acciones.
Además de estos cargos, Hopkins también era buscada por dos órdenes de arresto no relacionadas de otra agencia, lo que complicaba aún más su situación legal.
Posteriormente, fue transportada al Centro de Detención de Adultos del Condado de Loudoun, donde se encuentra detenida sin derecho a fianza. Los procedimientos legales en este caso probablemente se centrarán en las circunstancias que condujeron al enfrentamiento, así como en las motivaciones y el estado mental de Hopkins en el momento del incidente.
El incidente plantea interrogantes sobre la posesión y el uso de armas por parte de civiles y cómo esas situaciones pueden agravarse rápidamente si no se gestionan adecuadamente.
En un caso un tanto parecido ocurrido a finales del año pasado, un sujeto con una espada hirió a tres personas, incluido uno que estaba dormido en un tren del metro en medio de una situación que se salió de control en Brooklyn.
Identificado como Abraham Kentish, de 27 años, cortó a un hombre de 38 años en el rostro y a otro en de 70 años en el pecho en el refugio Blake Avenue al este de Nueva York, la madrugada del 13 de noviembre de 2023.
