La Guardia Civil ha detenido a seis hombres como presuntos integrantes de la banda juvenil Dominican Don’t Play en la isla de Fuerteventura por su supuesta implicación en la comisión de dos delitos de tentativa de homicidio y otros dos de lesiones con arma blanca.
Hay una séptima persona, una menor de edad, que también ha sido detenida como colaboradora del grupo, si bien ha sido puesta en libertad tras la comunicación a la Fiscalía de Menores, mientras que para los otros seis arrestados la autoridad judicial ha decretado su ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza, según ha informado la Guardia Civil en nota de prensa.
Estas detenciones han supuesto desmantelar la primera facción de esta banda juvenil que había realizado varias agresiones físicas con armas blancas durante los últimos tres meses en la zona de Corralejo, al norte de la isla de Fuerteventura.
PRIMERAS AGRESIONES
Las investigaciones, llevadas a cabo por la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Comandancia de Las Palmas, han comenzado después de que la Guardia Civil tuvo conocimiento de unas primeras agresiones en abril de este año.
Ante estos hechos, los agentes detectaron que los autores de los apuñalamientos no actuaban solos, sino que lo hacían de forma organizada para mostrar autoridad durante las horas de ocio nocturno en varias discotecas.
Seguidamente identificaron que estas acciones se correspondían con la forma de actuar de la banda juvenil Dominican Don’t Play, que pretendía asentarse, por primera vez, como una facción de esta banda en la isla de Fuerteventura.
Para llevar a cabo sus actividades violentas, centradas en apuñalamientos por la espalada justificándolo con desavenencias previas, elegían a sus víctimas tanto de forma aleatoria como en reyertas grupales.
Para evitar su identificación tras cometer las agresiones, escondían las armas blancas en sus vehículos y se cambiaban de vestimenta para no ser reconocidos por testigos o por los agentes de la Guardia Civil.
Sin embargo, tras la última agresión que se produjo en la madrugada del 17 de julio, los agentes dieron paso a la explotación de la operación con una entrada y registro en el lugar que dedicaban a reunirse como grupo y banda juvenil.
Allí se incautó simbología propia de los Dominican Don’t Play, munición de arma corta, un arma corta simulada y diversas armas blancas como navajas semiautomáticas, navajas o punzones de preparación manual con clavos, además de diverso material informático.
Todo ello ha permitido detener a los miembros integrantes de esta banda juvenil asentada en el norte de la isla.