Desde 1984 se celebra formalmente cada 18 de abril el Día Internacional de los Monumentos y Sitios, una efeméride impulsada por el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), junto con a la aprobación de la UNESCO.
El Día Internacional de los Monumentos y Sitios, busca sensibilizar y dar a conocer a todas las personas la riqueza que posee la humanidad en cuanto a patrimonios históricos y fomentar la conservación y protección de los mismos.
Este año, el tema para el Día Internacional de los Monumentos y Sitios es: Patrimonio y Clima. Se trata de desarrollar una acción climática inclusiva que tenga en cuenta la protección del patrimonio cultural frente a los impactos climáticos adversos.
Campañas de años anteriores
Campaña 2021: Pasados complejos, futuros diversos
La campaña del Día Internacional de los Monumentos y Sitios de 2021 es: Pasados complejos, futuros diversos.
Se trata de mirar atrás con un enfoque crítico, porque muchas veces se pierden historias, se omiten datos, y hay enfoques muy particulares que tienen privilegio sobre otros.
La Convención del Patrimonio Mundial (1972) establece que«el deterioro o la desaparición de un bien del patrimonio cultural y natural constituye un empobrecimiento nefasto del patrimonio de todos los pueblos del mundo».
Campaña de 2019: Paisajes Rurales
Para el año 2019, esta festividad se centró en los Paisajes Rurales y como estos guardan una relación muy estrecha con las metas de desarrollo sostenible, propuestas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
¿Qué se entiende por paisajes rurales?
Los paisajes rurales son todas las áreas terrestres o acuáticas, en las cuales se producen, gracias a la intervención del hombre y la naturaleza, los recursos necesarios para garantizar la subsistencia de las especies.
En pocas palabras, son todas aquellas zonas donde se cultiva, se crían animales para consumo y se extraen recursos para producir bienes necesarios en la vida diaria como textiles, muebles de madera, papel, entre otros.
Todos los paisajes rurales contienen en sí mismos una acumulación creciente de patrimonio cultural material e inmaterial, atribuido a ellos por las comunidades que suelen hacer vida en sus límites geográficos.
Cada asentamiento rural cuenta con una serie de costumbres, técnicas y oficios únicos que han sido legados de generación en generación, y gracias a esta herencia en el mundo se puede seguir consumiendo alimentos frescos, vistiéndose con cultivos de algodón o lino y degustando el rico sabor del chocolate, solo por poner algunos ejemplos de la importancia que tienen los paisajes rurales para la sostenibilidad del mundo.
Por otro lado, cada paisaje rural es una muestra de la riqueza biológica de cada zona del planeta, no solo por su belleza y esplendor, sino por la fauna y flora típica de la zona, que quizás no pueda proliferar de la misma manera en otras latitudes del mundo, es por ello que se habla de una mezcla entre un patrimonio material e inmaterial, relacionado específicamente con cada área rural de cada nación.
Importancia de los paisajes rurales
La vida rural es uno de los elementos más importantes dentro de la vida moderna, a pesar de que las cifras podrían evidenciar lo contrario. Ya para el 2017 el 54.82% de la población mundial se había trasladado a las áreas urbanas y se espera que para el 2050 más del 60% de los habitantes del planeta vivan en las ciudades.
Sin embargo, toda nuestra existencia depende de esa simbiosis que existe entre tierra, hombre y naturaleza.
Las áreas rurales son las zonas de cultivo de la humanidad, son bastante frágiles en cuanto a su aprovechamiento, cultivarlas sin control puede deteriorar la tierra y dejarla inservible. Abandonarlas también puede ocasionar estragos tanto en su producción, como en el ecosistema que se ha desarrollado en su entorno.
El planeta está exigiendo menos industrialización, el cuerpo humano está pidiendo un estilo de vida mucho más orgánico y las naciones deben contar con un nivel de desarrollo mucho más sostenibles.
Lo queramos o no, el futuro depende de las áreas rurales existentes, por eso debemos procurar su adecuada explotación e ir transformando las ciudades en centros ecológicos urbanos.