Cada 26 de octubre se celebra el día mundial del daño cerebral adquirido (DCA) para concienciar a la sociedad de la situación de los afectados y sus familias. El DCA es una lesión repentina en el cerebro. Su aparición es brusca y suele dejar secuelas, dependiendo del área del cerebro afectada y de su gravedad, en los individuos produciéndose un deterioro respecto a su situación anterior, previa al accidente cerebral.
Las secuelas pueden provocar anomalías en el nivel de alerta y en la percepción (sensitiva y sensorial), asimismo pueden dejar secuelas físicas, emocionales, de comunicación y en la cognición afectando a su calidad de vida. Las principales causas son el ictus (día mundial el 29 de octubre) y el traumatismo craneoencefálico, pero también los tumores cerebrales, las anoxias (falta de oxígeno en el cerebro) y las infecciones.
Según FEDACE , en España viven 420.000 personas con DCA, el 78% de los casos por ictus y el 22% por traumatismos y otras causas. El 63% de las personas con DCA tiene más de 65 años, siendo la mayor incidencia en mujeres.
Las secuelas motoras serían hemiplejia, hemiparesia, descoordinación motora, problemas de equilibrio, etc.
Las dificultades cognitivas estarían relacionadas con atención, memoria, planificación, flexibilidad cognitiva, formación de conceptos, solución de problemas, en el área matemática y en la espacialidad. Si se producen alteraciones en el habla y/o lenguaje reciben el nombre de afasias. Una lesión cerebral residual puede inducir crisis epilépticas. Las secuelas emocionales pueden ser de conducta (conductas inapropiadas, agresividad. Irritabilidad,…) y del estado de ánimo (ansiedad, depresión,…).
Para saber el grado de afectación de las funciones motoras, cognitivas y emocionales sería conveniente realizar, además del control médico, una valoración neuropsicológica, ya que las funciones no tienen por qué quedar afectadas de la misma manera o en el mismo grado.
Como el cerebro es plástico (busca alternativas para moldear el pensamiento) puede realizar una adaptación funcional de las funciones afectadas mediante la adaptación, la práctica y la experiencia. Muchos de los individuos con DCA pueden mejorar con tratamiento fisioterapéutico, neurorehabilitador, logopédico y psicológico.