Diablo IV acaba de llegar hasta consolas y PC. Esta saga es un icono de los Action-RPG y este título coge lo mejor de los anteriores para adaptarse a los tiempos modernos. Blizzard resurge de sus cenizas y nos sorprende con un título que promete ser casi infinito. Hemos tenido varias betas para abrir boca y ahora tenemos el título entero y no defrauda. Desde el 2 se ha podido jugar con la versión Ultimate y el día 6 ha salido para el resto del mundo.
No vamos a revelar mucho de su historia. Es un guion muy potente y con una archienemiga con mucho carisma. Lilith, la hija del Odio, ha sido invocada con la sangre de unos exploradores para diseminar su esencia por Santuario. Nuestro personaje tendrá una conexión con ella a través de los pétalos de sangre, ya que nos han intentado hacer un ritual de sangre. Esto aparece en las primeras cinemáticas de Diablo IV, así que no vamos a contar mucho más.
Diablo IV es un espectáculo visual
Antes de comenzar a jugar deberemos crearnos un personaje. A nuestro parecer Diablo IV nos presenta poca variedad, tan solo 5 clases. Tenemos al bárbaro con su ataque cuerpo a cuerpo, el druida con su conversión en animales, el nigromante con su capacidad de invocación de criaturas. También la hechicera, una artista de la magia y por último al pícaro y sus ataques rápidos y efectivos. Todos ellos tienen una gran capacidad de variar.
Tras haber personalizado a nuestro guerrero con su tono de piel, de pelo, y diversos tatuajes y demás pasaremos a la aventura en sí. Diablo IV sigue siendo un Action RPG looter. Es decir, a medida que eliminemos enemigos iremos consiguiendo botín para mejorar el equipo de nuestro personaje. Cada personaje tiene un gran árbol de habilidades donde se puede ir adaptando a nuestra manera de jugar al personaje.
Por ejemplo el bárbaro consta de tres tipos de ataque: Cortante, contundente y armas dobles. Podremos ir seleccionando, a medida que subamos de nivel, por qué camino llevarle, o mezclase ataques de Diablo IV. El nigromante puede ser de sangre, oscuro… Es decir, que es brutal la personalización y profundidad de cada uno de los protagonistas. Lo mejor es ir probándolos todos para usar el que más nos guste.
Un árbol de habilidades muy profundo
Nosotros particularmente nos hemos quedado con el Nigromante y el Bárbaro, pero también depende de si vais a jugar solos o en grupo. Lo mejor de este Diablo IV es que podremos retocar la clase como queramos. A medida que subimos, se van desbloqueando partes del árbol con varios ataques, podremos probarlos todos en el momento al gastar la habilidad o recuperarla. No es como el anterior título que se desbloqueaban las cosas según nivel y había que esperar.
En Diablo IV tenemos unos mapas enormes llenos de cosas por hacer. Decíamos antes que se ha adaptado a los nuevos tiempos y es que se ha convertido en un MOMRPG. Un juego multijugador online. Tenemos cientos de misiones secundarias por todo el territorio, las principales y eventos temporales. Vamos a cruzarnos con otros jugadores por el mapa e incluso lucharemos juntos en ciertos momentos. Se agradece mucho este cambio.
Algo que echamos en falta en Diablo IV y que tenía la tercera parte es el ponernos el equipo al momento. Ahora, como en Diablo II, tendremos que entrar al menú y allí ponernos y comparar partes de armadura o de armas. También tenemos joyas para engarzar, mejorar pociones en las cuidades e incluso ir a caballo. Los mapas, como decimos, son enormes y se agradece la montura, pero habrá que avanzar en la historia para desbloquearla.
Siempre es mejor jugar con amigos
Al final goza de toda la esencia del clásico pero adaptado a nuestra época. Diablo IV nos permite mucha libertad en todos los aspectos. Podremos ir donde queramos, vincular los ataques a los botones como deseemos. Jugar en solitario o en equipo con más amigos. Ir a hacer mazmorras súper largas o ir a por la historia. Sin duda es un título que da para muchísimas horas de juego. Y lo mejor llegará en el postgame. Sigue siendo un título al que jugar con más dificultad cada vez para encontrar mejor botín.
A nivel gráfico Diablo IV es espectacular. Las cinemáticas son impresionantes y hay veces que no sabes si ves a personajes reales o virtuales. Lilith tiene mucha potencia visual y todo el juego y el arte es una pasada. Es muy oscuro y gore en partes, pero merece la pena. Y ya jugando también sorprende. Muy fluido con muy buen juego de luces y gran variedad de escenarios y enemigos. Y la BSO también está a un gran nivel, así como el doblaje al español.
Sin duda Diablo IV es uno de los mejores juegos de este año. Tiene competencia dura para los GOTY, pero para nosotros es uno de los que estaría en el podio de mejores juegos. Creemos que supera a sus predecesores, aunque le falten personajes. Aquí tienes un juego para años que no va a defraudar. Y si tienes amigos, lo vas a disfrutar más todavía. Enfréntate a Lilith o muere en el intento en Diablo IV.