Durante las peores crisis es bastante común la aparición de actividades filantrópicas llevadas a cabo por quienes desean ayudar a aquellos que más lo necesitan, aportando sus recursos para el bien común.
La aparición del Covid-19 no ha sido la diferencia, menos aún porque ha sido un hecho imprevisto, cambiando drásticamente los estándares de vida de la humanidad.
Diego Suárez es un empresario polifacético, visionario y emprendedor en diversas áreas. Es el fabricante de una de las bebidas más glamurosas del mundo, Vin Doré 24K, que incluye polvo de oro en su presentación.
En su labor, ha establecido el éxito como meta de sus emprendimientos, y como lema, el uso de las tres “H”: humildad, honestidad y honradez. A partir de la pandemia del Covid-19, Diego Suárez reorientó parte de su negocio al ámbito sanitario.
La pandemia replantea los negocios existentes
Como consecuencia de la pandemia y los cambios radicales que se produjeron en el mundo, que afectaron, en gran medida, la estabilidad económica de múltiples empresas, se vieron mermadas las ganancias y se produjo la pérdida de puestos de trabajo.
En este contexto, Diego Suárez se planteó reinventar parte de su negocio y decidió adaptarlo a las nuevas circunstancias, producto de la crisis sanitaria, orientado hacia las necesidades existentes en la población.
En la actualidad, el grupo Vin Doré 24K es uno de los principales proveedores de insumos sanitarios de la Comunidad Autónoma de Madrid, después de superar todos los obstáculos que se fueron presentando durante la reconsideración de su nuevo comercio.
La visión y la necesidad de resurgir en épocas complejas: la diferencia para un negocio próspero
Los negocios emprendidos por Diego Suárez han sido impulsados en épocas de crisis para el mundo, aprovechando las dificultades en diferentes situaciones para hacer de ellos su mejor carta de presentación, cuando de empresas exitosas se trata.
En el año 2008, cuando la crisis financiera del mundo afectó la economía española, en un viaje a Japón, Suárez degustó un trago de sake con oro que lo inspiró a crear su marca Vin Doré 24k, la cual se convirtió en un vino exclusivo para los paladares más exigentes.
Gracias a su perseverancia ha logrado superar obstáculos y poner sus recursos económicos y profesionales a disposición, lo que le permite la garantía de consolidar su reconocimiento y prestigio en el mundo del comercio donde se desenvuelve, convirtiéndose en una prueba de que las mejores ideas, se producen en medio de las crisis.