Los Mossos d’Esquadra detuvieron el 1 y 2 de agosto a dos hombres de 51 y 39 años por presuntamente matar a un hombre en Francia en 2003 y esconderse en Cataluña 20 años bajo identidades croatas falsas.
En 2011, los hechos fueron juzgados en Francia en ausencia de los acusados, que fueron condenados como autores del crimen a 30 y 26 años de prisión, y las autoridades francesas emitieron dos órdenes de detención europeas, según ha explicado en rueda de prensa el jefe de la Unidad Central de Homicidios de la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos d’Esquadra, el subinspector Manel Novoa.
Los hechos sucedieron el 20 de febrero de 2003, cuando los detenidos, que vivían en Francia y trabajaban en el negocio de la prostitución, presuntamente mataron a un joven «que se había enamorado de una prostituta y quería sacarla de esta actividad junto a una amiga».
«Los dos autores, tío y sobrino, secuestraron y mataron a golpes a la víctima, un joven de 29 años, y trasladaron su cadáver con un vehículo hasta una zona de montaña, cerca de Grondeville, donde abandonaron el cadáver», ha añadido.
Los dos presuntos autores huyeron y se establecieron en Cataluña con identidades falsas de origen croata y «siguieron ligados al mundo del proxenetismo y del ocio nocturno».
DETENIDOS POR OTROS HECHOS
En 2004 y 2008 fueron detenidos por hechos relacionados con un delito contra la libertad sexual y delitos contra la seguridad del tráfico, y la documentación y la identidad que presentaron «no tenía ningún señalamiento internacional a su nombre», ya que todavía no se había activado ninguna orden internacional de detención.
Después, los investigados abandonaron esta actividad y «siguieron con sus vidas por separado, con una vida completamente normal y con mujer e hijos», y en 2010 se denunciaron mutuamente ante los Mossos por amenazas a raíz de un conflicto derivado de una supuesta deuda.
La Unidad Central de Homicidios obtuvo la identidad real de los dos investigados a raíz de otra investigación y, tras informar a otras policías, las autoridades rumanas informaron a los Mossos de que a uno de ellos le constaba un homicidio imprudente en 1995 y las autoridades belgas informaron de que la misma persona tenía antecedentes por robos en 2001.
ORDEN DE DETENCIÓN SEGUÍA VIGENTE
Finalmente, las autoridades francesas informaron del homicidio y secuestro en 2003, y los investigadores consiguieron relacionar a los dos investigados con el asesinato en Francia y comprobaron que la orden internacional de detención seguía vigente.
El 1 y el 2 de agosto fueron detenidos en Segur de Calafell (Tarragona) y El Prat de Llobregat (Barcelona), y los agentes recuperaron en el parking de uno de los detenidos el vehículo que utilizaron para trasladar el cadáver en 2003.
NADIE DE SU ENTORNO SABÍA LOS ANTECEDENTES
Tras rehacer su vida, ni las mujeres ni los hijos sabían los antecedentes de los detenidos, y el arrestado en el Prat de Llobregat, que trabajaba en un hotel de lujo de Barcelona, durante la detención «manifestó a los agentes que por fin podría dormir tranquilo una noche».
El detenido en Segur de Calafell era «muy desconfiado y violento, no trabajaba y siempre salía a la calle con la cara tapada, gorra y mascarilla», y fue arrestado por el Grupo Especial de Intervención (GEI).
Tras pasar a disposición judicial, la Audiencia Nacional decretó su ingreso en prisión y el posterior traslado a un centro penitenciario de Francia, y los agentes están pendientes del resultado de la inspección ocular del vehículo para detectar huellas dactilares de la víctima.
