La capital de Escocia, Edimburgo, ha amanecido este domingo con un amplio despliegue de seguridad que da cuenta de los preparativos para recibir el féretro con los restos de la difunta reina, Isabel II, que recorrerán más de 280 kilómetros en su primer cortejo.
La monarca falleció el jueves en su residencia de Balmoral y, conforme al protocolo previsto, sus restos partirán desde este castillo para emprender un viaje de unas seis horas rumbo al Salón del Trono del palacio de Holyrood, pasando por varias localidades.
Durante la noche, se ha realizado simulacros en las calles de la capital escocesa para ultimar todos los detalles de este recorrido, que previsiblemente atraerá a un gran número de ciudadanos, según la radiotelevisión pública BBC.
Al velatorio en Holyrood, la principal residencia de la monarquía en Esocia, le seguirá el lunes una misa en la catedral de San Gil a la que asistirá el nuevo rey, Carlos III.