El actor Eduard Fernández, quien protagoniza la nueva película ‘El 47’ sobre la vida del activista vecinal Manolo Vital, ha recordado que España es «un gran país de inmigración» donde muchos de sus ciudadanos han sido migrantes y es por ello que es necesario «tener memoria» en estos días.
«A veces creo que nos queremos hacer los ‘cools’ y los guays, diciendo que con esto de las migraciones los pobres vienen a nuestra casa a molestar, cuando en realidad somos un gran país de inmigración, hemos emigrado mucho los españoles y hay que tener una memoria y un respeto con la gente», ha explicado en una entrevista con Europa Press el actor.
Fernández ha remarcado que en muchas ocasiones son personas que «arriesgan su vida» para venir a España, por lo que pide «no escandalizarse y ser honestos» a la hora de plantear este debate. «En caso de que sea conflictivo, que haya demasiada gente, habrá que hablar francamente y honestamente del tema de cómo se hace», ha afirmado, no sin antes puntualizar que también existe «una cosa práctica» en torno a estos movimientos.
«Hay que saber que necesitamos inmigración para pagar pensiones. Por tanto, no nos escandalicemos, seamos prácticos y seamos honestos con la humanidad a nivel emocional, porque si alguien sale de un país, pues seguramente es que el primer mundo está haciendo algo para que las cosas no vayan tan bien», ha afirmado.
Precisamente, ‘El 47’ -que se estrena este próximo viernes 6 de septiembre y que también cuenta en el reparto con Clara Segura, Zoe Bonafonte o Carlos Cuevas- es una historia que también habla de los movimientos migratorios dentro de la propia España de zonas rurales a centros urbanos como Barcelona en los años 50.
Manolo Vital fue uno de ellos, y se hizo famoso a finales de los años 70 por sus reivindicaciones para el distrito de Torre Baró, donde llegó incluso a secuestra un autobús para hacer visible el problema de la falta de conexiones entre esa zona y el centro.
Uno de los temas que subyace en este trabajo es el de la convivencia de lenguas (Vital, inmigrante extremeño, dice en un momento de la cinta que ha aprendido catalán ‘por amor’, una «improvisación» de Fernández, quien no cree que haya problema con ese bilingüismo hoy en día).
«Yo quitaría el ruido del día a día de la ciudad y no hay mucho problema, no hay ningún problema y hay menos conflicto del que se ve», ha señalado el actor, quien explica asimismo que es descendiente de familia castellana. «Por lo menos en el caso de mi familia, que querían un poco ellos a España y tenían esa visión, se integraban muy bien como los andaluces, extremeños y demás, que al final hablaban catalán, ¿no?», ha afirmado.
UNA LENGUA «CASTIGADA EN DICTADURA»
En esta misma línea, el director de la película, Marcel Barrena (quien también rodó junto a Fernández ‘Mediterráneo’, inspirada en la labor de Óscar Camps), ha defendido que en Cataluña «nunca ha habido un problema con la integración y mezcla» de dos idiomas hasta que «señores muy concretos decidieron hacerlo un problema».
«Yo soy catalanoparlante y castellanoparlante y nunca tuve un solo problema en la mezcla de lenguas y culturas en Cataluña hasta que unos señores muy concretos decidieron convertir eso en un problema. Si hubo un problema en Cataluña con una lengua es que había una lengua minoritaria castigada por una dictadura. Lo contrario nunca sucedió», ha apuntado.
Barrena ha reconocido que se «enerva» cada vez que escucha afirmaciones como que «los niños no pueden jugar en castellano o que los médicos no tratan a la gente que habla en castellano» en Cataluña. «Uno es consciente de que le están engañando con esto cuando conoce el tema. Entonces, esto también es un grito para decir: ‘a ver, en España hay culturas, hay lenguas y es un tesoro que en realidad nunca fue un problema», ha concluido.