El escritor barcelonés Eduard Márquez regresa tras una década a la novela con ‘1969’, publicada en catalán por L’Altra Editorial y en castellano por Navona, en la que ha querido trazar un friso sobre ese año en la Barcelona tardofranquista a través de multitud de «voces» que ha recogido en un largo proceso de documentación.
En una rueda de prensa telemática, el autor ha remarcado que quería que fuese una novela total que pudiese hacer una panorámica de todos los sectores sin que sobresaliese ninguna de las voces y con una idea de pluralidad, y ha considerado que se ha convertido en una «riada de vida».
Márquez ha explicado que el proceso que se ha traducido en esta novela se inició tras la publicación de ‘L’últim dia abans de demà’ en 2012, un momento en el que consideró que había culminado un proceso literario y que necesitaba parar para buscar nuevas estrategias narrativas y estilísticas.
El escritor ha remarcado que el germen de ‘1969’ fue su voluntad de hacer «una novela de Dickens» sobre la Transición en Barcelona desde 1969 a 1980, lo que le llevó a consultar archivos y hemerotecas y a entrevistarse con gente de todo el espectro político y social.
Ha explicado que con todo el material comenzó una novela con protagonistas tradicionales ficcionando los testimonios en la que trabajó durante cinco años, pero vio que «no funcionaba», y decidió cambiarlo para dar voz a los testimonios en primera persona manteniendo la ficción, pero comprobó que tampoco funcionaba.
El escritor decidió en ese momento «renunciar a la ficción» y que las voces de los testimonios brillaran para que la novela quedara más limpia, y ha subrayado que, pese a no ser una novela convencional ya que no existen personajes, narrador ni punto de vista, es una novela porque cada testimonio está ubicado para que haya una continuidad y una tensión y el tratamiento de la materia prima es narrativo.
Márquez ha subrayado el papel de las voces que aparecen en la novela: «Decenas y decenas de personas me regalaron sus vidas, personas que me han dado diarios y correspondencia», ha agradecido, y ha afirmado que en ‘1969’ todo son voces, desde los discursos políticos, las octavillas, los testimonios personales y los informes policiales, que él ha ensamblado y no se ha posicionado.
AÑO 1969
El escritor ha asegurado que una vez comenzó a reunir todo el material para su proyecto inicial observó que 1969 era un año importante y que hablando con historiadores le hicieron comprender que fue «el inicio del final del franquismo, sobre todo en Barcelona».
Márquez ha afirmado que ese 1969 en la ciudad de Barcelona, sumida en el estado de excepción declarado por el Gobierno a principios de año y situaciones como decisión de la sucesión de Francisco Franco y el ‘caso Matesa’, la calle era un «hervidero constante».
El escritor ha remarcado que en esos años había un «ruido de fondo» en la sociedad que cree que la bibliografía no ha puesto en el lugar que le corresponde y que acostumbra a reflejar de una forma sectorial, mientras que su novela ha intentado mostrar ese murmullo constante en un equilibrio entre vida e historia.
PROYECTO HASTA 1980
Ha señalado que su intención es continuar con el proyecto y llegar hasta 1980 para «no dejar tirada a la gente» que ha confiado en él con sus testimonios, con otros cinco volúmenes que completarán el periodo, y que le mueve lo que el escritor Enrique de Hériz (1964-2019) definió como ‘novela salvaje’.
La editora Eugènia Broggi (L’Altra Editorial) ha asegurado que Márquez hace un «salto mortal en toda regla» con esta novela, que ha defendido como monumental, mientras que Ernest Folch (Navona) ha subrayado que es un libro necesario que narra cuestiones del franquismo que son difíciles de explicar tanto en Catalunya como en el resto de España.