Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EEUU han detectado casos de inflamación del corazón en jóvenes que habían sido vacunados con Pfizer o Moderna, según ha informado Reuters, que indica que así lo revelan los datos de dos sistemas de monitoreo utilizado por estos centros.
Relata que los centros y otros otros reguladores de salud han investigado casos de inflamación del corazón después de que el Ministerio de Salud de Israel informara que había encontrado un vínculo probable con la afección en hombres jóvenes que recibieron la vacuna contra la Covid-19 de Pfizer.
La agencia señala que todavía se está evaluando el riesgo y aún no se ha concluido que haya una relación causal entre las vacunas y los casos de miocarditis o pericarditis y añade que aunque algunos pacientes requirieron hospitalización, la mayoría se ha recuperado por completo de sus síntomas.
Reuters indica que más de la mitad de los casos que se notificaron al Sistema de Notificación de Eventos Adversos a las Vacunas (VAERS) de EE.UU después de que estas personas recibieran su segunda dosis de las vacunas de Pfizer o Moderna se dieron en niños y jóvenes de entre 12 y 24 años.
Estos grupos de edad representaron menos del 9% de las dosis administradas, por lo que el doctor Tom Shimabukuro, subdirector de la Oficina de Seguridad de las Inmunizaciones de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EEUU, al que cita Reuters, consideró que “claramente tenemos un desequilibrio”.
Además, la agencia informa de que se contabilizaron 283 casos de inflamación cardíaca después de la segunda dosis de vacuna en personas de 16 a 24 años, cifra que contrasta con las expectativas de 10 a 102 casos para ese rango de edad según las tasas de incidencia de antecedentes de la población de EEUU.
Otro sistema de monitoreo mostró una mayor incidencia de inflamación cardíaca en personas de 16 a 39 años después de su segunda inyección en comparación con la tasa observada después de la primera dosis.
Según Reuters, Pfizer ha explicado que «la cantidad de informes es pequeña dada la cantidad de dosis administradas». “Es importante entender que se está realizando una evaluación cuidadosa de los informes y no se ha concluido que las vacunas de ARNm COVID-19 causen miocarditis o pericarditis”, puntualizó la compañía en un comunicado.
Por su parte, Moderna señaló también que tampoco se ha establecido una asociación causal con la enfermedad y su vacuna y que está trabajando con las autoridades reguladoras y de salud pública para realizar una evaluación.