El 31 por ciento de la población adulta mundial, es decir, casi 1.800 millones de adultos, no hace ningún tipo de actividad física y corre el riesgo de enfermar por ello, sobre todo las mujeres, lo que supone un aumento del seis ciento entre 2010 y 2022, según revelan los nuevo datos presentados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y publicados en un artículo de ‘The Lancet Global Health’.
Los resultados apuntan a una tendencia «preocupante» de inactividad física entre los adultos, pasando de 24 por ciento en 2010 al 31 por ciento en 2022. Según han resaltado los expertos de la OMS en la rueda de prensa de presentación del estudio, si la tendencia continúa, se prevé que los niveles de inactividad sigan aumentando hasta alcanzar el 35 por ciento en 2030, y el mundo está actualmente lejos de cumplir el objetivo mundial de reducir la inactividad física para 2030.
No obstante, España se encuentra por debajo de la media mundial ya que solo el 25 por ciento de la población no hace ningún tipo de actividad física, siendo más inactivas las mujeres que los hombres.
Actualmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los adultos realicen 150 minutos de actividad física de intensidad moderada, o 75 minutos de actividad física de intensidad vigorosa, o equivalente, a la semana, por lo que el incumplimiento de estas recomendaciones estaría dentro del concepto «inactividad física», donde se encuentra un tercio de la población mundial.
En este contexto, el director de promoción de la salud de la OMS, el doctor Ruediger Krech, ha advertido de que la inactividad es «una amenaza silenciosa para la salud mundial» ya que «contribuye significativamente a la carga de enfermedades crónicas como las cardiovasculares, el cáncer, la diabetes o las enfermedades respiratorias».
«En 10 años podrían evitarse 500 millones de nuevos casos de enfermedades no transmisibles, con un coste para el sistema de salud pública de 300.000 millones de dólares, si las poblaciones alcanzaran los niveles recomendados de actividad física. La actividad física debe ser accesible, asequible y agradable para todos para que podamos reducir significativamente el riesgo de enfermedades no transmisibles y trastornos mentales», ha apuntado.
Por otro lado, los datos también revelan una continuación de la tendencia de que las mujeres son menos activas que los hombres, con tasas de inactividad del 34 frente al 29 por ciento, «aumentando en algunos países hasta el 20 por ciento y en más de un tercio de los países es superior al 10 por ciento», según ha resaltado la jefa de Vigilancia, Seguimiento y Presentación de Informes, Departamento de Enfermedades No Transmisibles de la OMS, la doctora Leanne Riley.
Asimismo, las tasas más elevadas de inactividad física se observan en la región de Asia-Pacífico de renta alta (48%) y Asia Meridional (45%), mientras que los niveles de inactividad en otras regiones oscilan entre el 28 por ciento de los países occidentales de renta alta, entre los que se encuentra España, y el 14 por ciento de Oceanía.
Además, las personas mayores de 60 años son menos activas que otros adultos, lo que subraya la importancia de promover la actividad física entre los adultos mayores.
Según ha resaltado los expertos, existen múltiples razones por las que la inactividad física está aumentando en todo el mundo, entre las que se incluyen los cambios en los modelos de trabajo (tendencia hacia un trabajo más sedentario), los cambios en el medio ambiente, que dificultan el transporte activo, y los cambios en las actividades de ocio, es decir, más actividades sedentarias frente a una pantalla.
Ante estos datos, la Organización Mundial de la Salud hace un llamamiento a los países para que refuercen la aplicación de políticas que promuevan y faciliten la actividad física.