El Movimiento Aspace aprovecha la conmemoración del Día mundial de la parálisis cerebral para denunciar que los derechos de las personas con parálisis cerebral son vulnerad0s frecuentemente y que estas personas sufren diversas formas de discriminación social.
Así lo constatan con testimonios en los que denuncian la discriminación social que sufren las personas con parálisis cerebral por personas sin esta discapacidad, llegando en muchos casos a ejercer abuso y acoso sobre ellas. Asimismo, denuncian la falta de apoyo en el entorno educativo, en el cual las personas no son adecuadamente incluidas en el sistema, ni cuentan con las herramientas necesarias para desarrollar su actividad educativa como el resto de estudiantes.
Entre estos testimonios se encuentra el de Patricia Pimentel, que trabaja en el centro DATO como relaciones públicas y participa como locutora en el programa de radio ‘Bienvenidos’ en Radio Libertad realizando entrevistas. Patricia afirma que cuando acude al médico, el especialista siempre suele dirigirse a su madre o a su hermana y no a ella. Además, explica que, a la hora de ir a algún restaurante, al pedir la comida los camareros le dan la carta a su acompañante antes que a ella. Además, “me dicen que tienen bebidas sin alcohol para mí antes de preguntarme lo que quiero”.
Asimismo, Sebastián Carmona, estudiante en Fundación Bobath, una de las entidades de Aspace Madrid, explica que “en un futuro me gustaría vivir de manera independiente, para poder hacerlo necesito un asistente personal que me ayude a la hora de ducharme, comer o irme a la cama. Creo que es un derecho básico y elemental para que pueda llevar una vida como la de cualquier otra persona”.
En este sentido, la presidenta de Confederación Aspace, Manuela Muro, ha recalcado que “las personas con parálisis cerebral son especialmente vulnerables de vivir situaciones de discriminación y dificultades para ejercer todos sus derechos con igualdad de oportunidades”. Por eso, ha matizado, “es fundamental facilitar recursos de atención suficientes financiados de forma adecuada en todas las comunidades autónomas, establecer sistemas de coordinación entre los servicios sanitarios y de atención social, así como realizar investigaciones sociales para establecer las necesidades de estas personas”.
Además, se insiste en que la vida de las personas con parálisis cerebral puede ser contada con voz propia y señalan que es el momento de darle la vuelta a estas situaciones y defender su derecho a ejercer una ciudadanía activa puesto que el autogobierno y la máxima preservación de las capacidades individuales son la mejor medida de protección contra el abuso.