El 7% de los padres y madres en España con hijos que estudian Educación Secundaria Obligatoria (ESO) cree que su hijo fue objeto de acoso escolar «claramente» durante el pasado curso académico.
No obstante, la preocupación sobre un posible acoso escolar afecta al 15%, puesto que otros creen que ha podido ser así, sin estar seguros de ello.
Estos son los principales resultados que arroja una encuesta de Funcas realizada online en septiembre de 2024 a una muestra de 1.200 madres y padres de estudiantes de la ESO y publicada con motivo del Día internacional contra la violencia y el acoso en la escuela, incluido el ciberacoso, que la UNESCO conmemora el 7 de noviembre.
Los datos de la encuesta de Funcas ofrecen información de interés sobre las percepciones, actitudes y comportamientos de las madres y padres, que son quienes, en muchos casos, reciben noticia, directa o indirectamente, de los posibles episodios de acoso y también quienes, ante la sospecha o la evidencia de esos episodios, pueden tomar medidas decisivas, como las de solicitar al centro educativo la activación de los protocolos de acoso escolar o cambiar a sus hijos de colegio o instituto.
Entre los encuestados que creen «claramente» que su hijo ha sufrido acoso escolar, cuatro de cada cinco concretan esta mala conducta en «insultos y/o burlas» (79%) y más de la mitad (57%) señala «aislamiento y/o exclusión». La violencia física es mucho menos frecuente (la señala el 18% de este grupo de encuestados), así como los «comentarios y/o actos de tipo sexual» (que menciona el 14%).
Los encuestados que no dudan de que su hijo ha sido víctima de acoso escolar en el pasado curso piensan mayoritariamente que las agresiones han tenido lugar solo en el centro educativo o sus inmediaciones. Contestan en ese sentido casi siete de cada diez de estos encuestados (68%), mientras que una cuarta parte (26%) indica que tuvo lugar tanto en esos espacios como a través de redes sociales.
Casi todos los encuestados (el 94%) que creen claramente que su hijo ha sido víctima de acoso escolar en el curso 2023/24 afirman que han comunicado la situación al centro escolar. En más de un tercio de estos casos (36%) declaran haber obtenido una respuesta rotunda del centro, que consideró que la información aportada era suficientemente grave como para activar el protocolo de acoso.
La dificultad de resolución de algunos casos se pone de relieve cuando se considera que hasta una cuarta parte (24%) de los padres tomó la decisión de cambiar a su hijo de colegio.
Según la encuesta, no se aprecian diferencias ostensibles entre las respuestas que dan los hombres y las que dan las mujeres; tampoco influye el sexo del hijo. Sin embargo, sí difieren las respuestas de los encuestados que afirman tener dificultades para llegar a fin de mes («no consiguen llegar» o «llegan justos») y de los que ahorran: entre los primeros, el porcentaje de quienes creen (clara o probablemente) que su hijo o hija sí ha sido objeto de acoso asciende al 19%, 10 puntos más que entre los segundos, lo que sugiere la influencia del nivel de renta del hogar en este fenómeno.
En cambio, la titularidad del centro en el que estudia el hijo no influye en esta cuestión: con independencia de que el centro sea público o privado (concertado o no), los porcentajes de encuestados que creen que su hijo ha sido acosado (clara o probablemente) rondan el 15%.
La encuesta de Funcas a las madres y los padres de estudiantes de la ESO aporta información sobre el acoso escolar «desde una perspectiva que en los estudios empíricos sobre este fenómeno ha recibido menor atención que la de los propios estudiantes».
Reconoce así que las actitudes y los comportamientos de los progenitores «también son decisivos en la gestión de este problema, que, según diversos estudios recientes, provoca efectos traumáticos y duraderos en el bienestar emocional y psicológico de los estudiantes».