El 89 por ciento de los padres y madres en España comparte en Internet imágenes y vídeos de sus hijos una vez al mes, algo que aumenta el riesgo de fraudes, ciberbullying e incluso pedofilia.
El ‘sharenting’ es un término que proviene de las palabras ‘share’ (compartir) y ‘parenting’ (paternidad) que se refiere al afán de las familias por documentar el día a día de sus hijos, así como compartir sus vivencias, incluso sin contar con su aprobación.
Según el último estudio realizado por el ‘EU Kids Online 2019’, nueve de cada diez familias españolas comparte una vez al mes imágenes o vídeos de sus hijos, de las cuales tan solo el 24 por ciento les pregunta si están de acuerdo con ello.
Además, en muchas ocasiones los padres comparten este tipo de contenidos incluso antes de nacer. En este sentido, en la red social Instagram existen 19,4 millones de publicaciones con el hashtag #pregnant (embarazada, en inglés), 24,9 millones de publicaciones con #newborn (recién nacido, en inglés) y 191 millones con #baby (bebé, en inglés), según ha recogido la plataforma de seguridad y bienestar digital para familias Qustodio.
El ‘sharenting’ cuenta con una serie de riesgos y entre los más comunes se encuentran ser víctimas de fraudes, ciberbyllying e, incluso, pedofilia.
Además, este tipo de publicaciones puede ejercer una falta de confianza en los menores. De hecho, el 42 por ciento de los hijos siente vergüenza de lo que sus padres publican en Internet, según un estudio de Microsoft.
En algunos países europeos existen una gran cantidad de sentencias que obligan a los padres a eliminar las fotografías de sus hijos publicadas en Internet, como en Francia, donde hay sanciones que van desde los 45.000 euros hasta un año de cárcel. En el caso de España, la decisión de publicar una fotografía de los hijos pertenece a la esfera de la patria potestad.