El acusado de asfixiar con un cojín a un amiga reconoce el crimen y acepta seis años de prisión

Redacción

El hombre de 42 años procesado por acabar con la vida de una mujer en una vivienda de la calle Agua Amarga de Almería en marzo de 2018 ha reconocido este lunes en sala que asfixió con un cojín a la víctima tras mantener con ella una discusión, y ha admitido que lo hizo bajo los efectos de su adicción a sustancias psicotrópicas, por lo que será condenado a seis años de cárcel.

J.C.P.L. debía ser enjuIciado por jurado popular como autor de un delito de homicidio, pero al reconocer el crimen, el fiscal ha decidido modificar su escrito de acusación por el que pedía 14 años de prisión y ha aplicado las atenuantes de drogadicción y de reconocimiento tardÍo de los hechos aunque ha mantenido la agravante de abuso de confianza ya que el homicida y víctima eran «amigos».

El magistrado-presidente, Jesús Martínez Abab, ha resuelto la no constitución del tribunal de jurado tras el asentimiento del procesado, defendido por el letrado Karim El Marbouhe El Faqyr. Se mantiene, no obstante, la cuantía de la responsabilidad civil y deberá indemnizar a los herederos legales de la víctima con 120.000 euros

Según la calificación provisional de la Fiscalía, los hechos tuvieron lugar sobre las 21,30 horas del 6 de marzo y las 3,30 horas del día siguiente en 2018, cuando el acusado habría acudido al domicilio de la víctima, identificada como M.C.G., de 48 años y nacionalidad argentina, en el que la Policía Nacional identificó un punto de venta de sustancias estupefacientes ubicado en el barrio de El Quemadero.

El relato del Ministerio Público apunta que, en un momento determinado de la noche, el acusado, «amigo, cliente y colaborador» y la víctima iniciaron una pelea en la que J.C.P.L. golpeó a la mujer para después, «con la intención de acabar con la vida» de ella, «cogió un cojín, poniéndoselo sobre la cara, asfixiándola, causando su muerte» debido al cierre de las vías respiratorias.

La detención del acusado se produjo apenas 13 horas después del hallazgo del cadáver, que fue encontrado en la vivienda en la que se habían habilitado varias habitaciones para el cultivo intensivo de marihuana. Ante la ausencia de signos externos de violencia, en un primer momento se estimó una posible muerte por causas naturales hasta que la autopsia determinó una posible asfixia.

Los investigadores centraron su investigación sobre las personas que visitaban con frecuencia el lugar, entre ellas al sospechoso, que la noche en que se produjo el homicidio no acudió a su puesto de trabajo. Tras minuciosas pesquisas, la Policía consiguió situarlo en el domicilio de la víctima durante las horas en las que se produjeron los hechos delictivos y tras su detención, reconoció los hechos en dependencias policiales.

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