El esperado anuncio de la Lotería de Navidad 2022 ya está aquí. Y no es uno, sino tres spots en los que un pescador, un pastor y una extranjera, Vika, envían un mensaje de amistad y solidaridad con tres «historias extraordinarias».
“La Lotería de Navidad es un elemento común de nuestra memoria colectiva, es el recuerdo permanente de tantas y tantas navidades junto a nuestros seres queridos”, ha señalado Jesús Huerta, presidente de Loterías y Apuestas del Estado, Jesús Huerta Almendro. “Volvemos a poner el foco en los valores: hablamos de valores como el de compartir, o el de unión, pero también de honestidad, de inclusión social de aquellos que tienen que dejar sus países, de la amistad inquebrantable, ya sea en la España urbana, en la costera o en la rural”.
Tres Orquídeas y la honestidad
En el primer anuncio, la ilusión navideña llega una ventosa mañana a la ventana de un pescador que, junto a su perro Ulises, se encuentra con ese inesperado décimo con un enigmático mensaje por detrás. «Para Julia. Tres Orquídeas», se lee escrito a rotulador.
Con el sorteo de fondo y el décimo en la mano, mientras toma un café, el pescador se sorprende cuando los niños de San Ildefonso cantan precisamente el Gordo de Navidad con su número. Y, entonces, se da cuenta de lo que tiene entre manos, pero con un dilema en la cabeza. Buscar a «Julia Tres Orquídeas» o hacerse con el premio.
Justo cuando se dispone a cobrar el décimo en la administración de lotería, el destino le pone al pescador un mensaje claro. Junto a su vehículo y a su inseparable Ulises hay una furgoneta de la que se baja un repartidor y que en uno de sus laterales reza con letras blancas: «Floristería Tres Orquídeas». Y allí que acude.
Al llegar, una pregunta: «¿Julia?», dice ante un mostrador vacío. «Un momento, ahora salgo», le responden desde la trastienda.
Pero cuando la dependienta sale, ya no queda rastro del pescador anónimo, solo un décimo premiado con el Gordo. «No sé quién ha sido, pero gracias», cuenta después Julia mientras celebra el premio en televisión. Un premio que ha llegado a sus manos gracias a la honestidad de ese trabajador que volverá, como cada día, a faenar.
Vika y una historia de amistad
En otro de los anuncios, la emoción viene de la mano de una entrañable amistad.
«Eres nueva, ¿no?. Ah, que no me entiendes», le pregunta una trabajadora a su nueva compañera extranjera que le responde señalándose el nombre que lleva escrito. «Vika», le dice sonriente sin poder hablar en castellano.
Pero la barrera del idioma no es un problema y, poco a poco, estas dos compañeras de trabajo pasan de ser dos desconocidas a forjar una bonita relación. Y Vika, no solo aprende la lengua, sino también la gastronomía y la forma de vivir de su nuevo país. Y esa amistad culmina con la magia de la Navidad, mientras las dos comen en un restaurante.
«Oye, ¿cogemos un décimo a medias?», le pregunta a Vika su amiga. «¿A medias?», le responde extrañada sin comprender el significado de esa palabra. «Juntas», le explica a Vika. «Aquí tenemos la costumbre de compartir la Lotería de Navidad con la gente que nos importa, como amigas», añade. «¿Amigas? «, vuelve a preguntar Vika. «Claro, amigas», concluye la española.
El viaje por un décimo y la magia de compartir
El último spot, ‘El viaje’ pone el foco en la lealtad. Todo empieza con Esteban, un pastor de ovejas que está refugiado de la nieve y el viento en un pueblo de montaña asturiano, cuando recibe una llamada.
«¿Diga? Sí, soy yo. Gracias por avisar», responde el pastor al otro lado del teléfono cuando le comunican que un vecino suyo se ha roto la cadera y está en el hospital.
Inmediatamente después, coge su macuto y se dispone a visitar a su amigo, no sin antes meter en él el décimo que cada año comparten. En el camino, viento, lluvia y nieve, pero siempre acompañado de su rebaño con el que Esteban logra llegar al hospital para cumplir con «la tradición» para sorpresa de su amigo.
«A ver si porque a ti se ocurra romperte la cadera, vamos a romper la tradición», le asegura Esteban al llegar a la habitación del hospital mientras le entrega un sobre con el décimo que comparten cada año en busca de la ilusión.
Con esta campaña publicitaria, que ha costado 750.000 euros, Loterías y Apuestas del Estado pretende acercar un año más la magia del sorteo que repartirá 2.520 millones de euros en premios.