El Teatro Reina Victoria acoge desde este jueves y hasta el próximo 30 de julio la comedia de enredos en formato musical ‘El aroma de Roma’, dirigida por Woody Aragón, quien además es coautor de la obra junto a los hermanos Fernando y Santiago Lancha.
Agustín Jiménez, Leo Rivera, Jaime Figueroa y Lorena Calero encabezan el reparto de esta comedia musical con funciones de miércoles a domingos, y que forma parte de la programación del Festival de Mérida en Madrid.
La obra cuenta la historia de Cayo, un bailarín que enfurece a Nerón en una de sus famosas bacanales y es sentenciado a muerte pero logra escapar y acaba por error en la escuela de gladiadores aunque él cree que está en la compañía imperial de danza, lo que da lugar a multitud de enredos.
«Es una especie de sátira donde Nerón, el famoso emperador romano quiere ser artista pero no tiene nada de talento, aunque es muy poderoso y Cayo es un bailarín que tiene mucho talento, pero es un pobre que se quiere buscar la vida. Y estos dos personajes se cruzan y empiezan a surgir situaciones muy divertidas», ha explicado Aragón en declaraciones a Europa Press Televisión.
Números musicales a ritmo de pop y rock, muchas risas y algún guiño a la magia es el cocktail con el que los creadores de esta obra consiguieron un gran éxito de crítica y público cuando estrenaron en el teatro romano de Mérida el pasado verano adonde llegaron tras «un cúmulo de casualidades», tal y como ha indicado el director.
El germen del proyecto ocurrió hace dos años cuando Woody Aragón planteó a los hermanos Lancha hacer un musical sobre gladiadores al más puro estilo de Broadway ambientado en época romana, «siempre habíamos hablado de escribir un musical pero como una broma de amigos, llegó la pandemia y para pasar el tiempo empezamos a escribir». Un amigo que trabajaba en el ámbito del teatro musical les dijo que era muy bueno y se lo enseñó a Jesús Cimarro, director del Festival de Mérida y el resto ya vino rodado.
Y así es como Woody Aragón, un auténtico desconocido en el mundo del teatro acabe estrenando su primera obra nada más y nada menos que en el Festival de Mérida «era muy raro que de repente un mago que no ha dirigido nunca teatro llegue a Mérida y estrene», pero fue todo un éxito «las críticas fueron extraordinarias y eso nos ha permitido llegar a Madrid». Además fue un gran éxito de público, algo que esperan repetir en la capital.