El Atlético de Madrid ha batido este jueves por 3-1 al RDC Mallorca, con remontada incluida, en un partido correspondiente a la 31ª jornada de LaLiga Santander y que ha servido para celebrar el 120º aniversario de la fundación del club, además de para acechar el segundo puesto liguero al aprovechar la derrota del Real Madrid en la víspera.
Con el Cívitas Metropolitano a rebosar, un enorme tifo formado por decenas de miles de banderas rojiblancas se mezcló con el blanquiazul de la indumentaria estrenada para tal efeméride. Así saltaron al césped los jugadores locales, vestidos de ‘Blackburn Rovers’ para honrar los orígenes de la sucursal que en 1903 fundaron en Madrid los responsables del Athletic Club.
Pese a todo, poca acción hubo en los primeros compases, la justa para que la animadversión con el árbitro Juan Luis Pulido Santana ya se notase en la grada del estadio. Un mal despeje de Dennis Hadzikadunic, de cabeza dentro del área bermellona, pegó en la mano de su compañero Manu Morlanes. Pero desde el VAR no indicaron a Pulido Santana que revisase la jugada y éste dio continuidad al partido.
Al cuarto de hora, Álvaro Morata lo intentó con un disparo que se marchó muy alto. La ofensiva había nacido de un pase filtrado de Antoine Griezmann con el exterior de su bota izquierda. El ‘8’ colchonero sigue de dulce, como gran referencia para el esquema de un Diego Pablo Simeone que no contaba para esta cita con Memphis Depay, Marcos Llorente, Reinildo Mandava, Stefan Savic ni Jan Oblak.
Abrió el marcador un tanto de Matija Nastasic en el minuto 20, en un córner botado con veneno por Dani Rodríguez al primer poste. Fallaron en el despeje Mario Hermoso y Álvaro Morata, que se estorbaron mientras el balón pasaba entre medias de ambos hasta llegar al segundo palo; ahí apareció Nastasic libre de marca, ya que Axel Witsel no le siguió, y remató de cabeza para batir a Ivo Grbic.
El guardameta croata, habitual suplente de Oblak –ausente por problemas cervicales–, casi que tocó su primer balón al recogerlo en ese momento del fondo de las mallas. Un único remate del Mallorca en la primera mitad… pues a la cazuela había ido. Replicó el conjunto local en el minuto 39 con una internada de Nahuel Molina por su banda derecha, en un forcejeo con José Copete que terminó en penalti.
Sin embargo, las protestas mallorquinistas surtieron efecto cuando el árbitro repensó su decisión, consultó el monitor de televisión a instancias de Santiago Jaime Latre desde el VAR y anuló dicho penalti. Ese contratiempo encendió al Atleti, que canalizó bien su rabia para establecer el 1-1 por obra de Rodrigo de Paul al borde del descanso.
Pablo Maffeo salvó una pelota que se marchaba a saque de banda e involuntariamente asistió a Mario Hermoso, que centró a Griezmann en el interior del área. El delantero francés controló con la zurda, se giró rápidamente y conectó un potente zurdazo que repelió Predrag Rajkovic; su rechace cayó de nuevo a los pies de Griezmann, que controlando en semifallo pasó a De Paul, raudo para remachar a gol.
EL 2-1 NADA MÁS VOLVER DEL DESCANSO
Al regreso de vestuarios, en un pispás, los pupilos del ‘Cholo’ anotaron el segundo de su cuenta. Molina recibió en el costado derecho, pero se perfiló para centrar al área a pierna cambiada. Ese pequeño gesto descolocó a los centrales bermellones, que vieron cómo entre medias se ubicaba bien Morata para cabecear ajustado al palo largo.
Con el ímpetu por bandera, el Atleti se hizo con el dominio de partido y se permitió el lujo de sestear, provocando que su oponente se acercase al arco de Grbic en un par de ocasiones peligrosas a cargo de Kang-In Lee. Para responderle, Morata firmó en el 75′ un bonito taconazo raso que salió desviado por muy poco, al ladito del poste y siendo el preludio del 3-1.
Tras un saque de esquina bermellón, Hermoso despejó de cabeza en primera instancia y Griezmann golpeó en otro aparente despeje. Su lanzamiento bombeado sirvió para pillar desprevenida a la línea defensiva del Mallorca; solo cerraba atrás Antonio Sánchez, que erró al intentar dar a la pelota, y Yannick Carrasco se encontró entonces a campo abierto para correr en solitario.
El futbolista belga llegó al galope al área de Rajkovic y ejecutó una frivolidad, pisando el esférico con el pie diestro para regatear al portero visitante y empujar a la red el tercer gol de un Atleti casi apoteósico, en comunión con la grada. Sin tiempo para más sustos, los del ‘Cholo’ amarraron el triunfo para situarse con 63 puntos, a solo dos del segundo puesto liguero que ocupa el Real Madrid.
