El cineasta y escritor Roberto Santiago, autor de la célebre saga de novelas ‘Los Futbolísimos’ –cuya versión cinematográfica también guionizó–, así como de la colección ‘Los Once’, y responsable de la película ‘El penalti más largo del mundo’, ha lamentado las circunstancias «penosas» en que va a desarrollarse el próximo Mundial de Fútbol de Catar.
«Siempre he escrito sobre el fútbol base, no de este fútbol de los grandes fichajes millonarios, nunca me ha interesado desde el punto de vista narrativo, tampoco desde el personal», ha señalado el creador, quien en relación con el arranque de la Copa del Mundo de Naciones, ha reconocido lo doloroso que rodea esta cita para los que, como él, aman el fútbol.
«Evidentemente, hacerlo en estas fechas, en este lugar, de esta manera, es una cuestión puramente económica. No tiene nada que ver con decisiones deportivas», ha enfatizado Santiago, quien en una entrevista concedida a Europa Press ha reflexionado sobre lo «curioso» de que «en muchos grandes eventos de la historia» como Juegos Olímpicos hayan sido «boicoteados por razones menos importantes».
«Aquí no. Sí hay quejas de algunos, hablan un brazalete por aquí, por allá, pero ni una sola selección ni ningún país del mundo ha decidido no acudir. Todos van a ir a Catar y, bueno, pues eso habla un poco del mundo en el que nos movemos. Hablamos con la boca pequeña, pero todos van de cabeza», ha recalcado el escritor, quien subraya que va a ser «difícil abstraerse» de la «avalancha de comunicación» que este evento deportivo va a generar y ha deseado un «gran papel» a la Selección española en la competición. En cualquier caso, ha concluido que le dan «pena» las «circunstancias en las que se desenvuelve todo este Mundial».
Precisamente este domingo, 20 de noviembre, el mismo día en que Catar y Ecuador disputarán el primer encuentro del Mundial, el Teatro Zorrilla de Valladolid acogerá la representación de ‘El bar prodigioso’, obra de teatro escrita por él y que aborda las relaciones de pareja y la amistad desde la comedia.
El dramaturgo ha señalado que las tramas de relaciones de parejas, que, además en este caso, «ocurren en un bar» donde todo el mundo ha vivido «muchas historias», hacen que la obra «ya de entrada tenga algo con la que de una manera u otra todos puedan identificarse», pero todo ello contado «en un tono de comedia».
EL HUMOR COMO MEDIO
Santiago ha subrayado que en este planteamiento escénico busca que el humor «nunca sea el fin», sino «un medio para contar cosas que escuecen» o que «duelen», y con las que todos puedan sentirse «absolutamente identificados».
El autor ha reconocido que le ha llevado «bastante tiempo» escribir la comedia, en cuyo proceso han participado activamente junto a él tanto el director del montaje, Alejandro Arestegui, como los cuatro intérpretes que componen el elenco –Antonio Romero, María Zabala, Ana Lucas y Manu Hernández–. «No es una obra mía a la que se hayan sumado, sino algo coral», ha defendido, para apostillar que el libreto ha estado «vivo mucho tiempo» antes de adoptar la forma definitiva con la que ha pasado ya por escenarios de Madrid, Lucena (Córdoba) o Elche (Alicante), antes de recalar en Valladolid este domingo (Teatro Zorrilla, 19.00 horas).
Asimismo, el dramaturgo y cineasta ha admitido que cuando comenzó a escribirla, antes incluso del estallido de la pandemia, se marcó como objetivo el hacer «una comedia divertida» y a la vez plantear «algunas preguntas sobre el lenguaje» con la «excusa» de una historia de amor.
Aunque tras «todo lo ocurrido en estos años» y las «cosas muy gordas» que han ido pasando la obra ha sufrido cambios en la reescritura, Roberto Santiago precisa en que la pandemia «no aparece por ningún lado» y ha recalcado lo «mucho» que la «disfruta» como espectador, sobre todo con el «juego de espejos» que se plantea al final con el público.
En un bar situado en medio de un parque puede pasar de todo, éste es el planteamiento de la obra, desde que el mejor amigo de alguien se enamore perdidamente de su esposa, que ella tenga una enorme crisis creativa o que una camarera con algunos ataques de ira le complique la tarde.
También puede ocurrir en esta comedia que se escuchen declaraciones de amor, sonidos de besos que no tienen un principio ni un final, poesía callejera y, sobre todo, palabras, más o menos las 12.323 palabras que se pronuncian sobre las tablas.
INTUICIÓN
Autor de guiones de cine, novelas y obras de teatro, el creador madrileño reconoce que no le resulta más difícil un género u otro, pero sí nota enseguida cuál requieren las historias que necesita contar. «En el caso de ‘El bar Prodigioso’ tuve claro que debía ser teatro. A veces es intuición, a veces son cuestiones técnicas. Son cosas que necesito contar y que tengo la suerte de que me las dejan contar», ha sentenciado.
En el caso del teatro, no obstante, reconoce los «nervios» que siente antes del inicio de cada función, aunque una vez se levanta el telón «todo eso pasa» y se convierte «en un espectador más» que disfruta «muchísimo» con sus obras en escena.
Roberto Santiago (Madrid, 1968) ha ganado varios premios relacionados con el teatro, como el Enrique Llovet por su primera obra, ‘Share 38’, el Telón de Teatro por la adaptación de ‘El otro lado de la cama’, o el Premio de la Casa Encendida por ‘El lunar de Lady Chatterley’.
En el mundo audiovisual, estuvo nominado al Goya al Mejor Guión por ‘El penalti más largo del mundo’, que también dirigió. Asimismo, ha escrito y dirigido diversas películas y series, la última de ellas, ‘Ana Tramel. El Juego’, para TVE.
Como novelista ha sido reconocido con el Premio Internacional Edebé, el Barco de Vapor, y también con el Premio Cervantes Chico 2021 por su contribución a difundir la literatura entre los jóvenes y niños. Su colección ‘Los Futbolísimos’ ha vendido más de cuatro millones de ejemplares y ha sido traducida a más de 15 idiomas.