CÍRCULO ROJO.- Mario La Vega, bailarín, poeta y fundador del embrión del Ballet Nacional de España, sorprende al mundo literario con su obra ganadora en la categoría de poesía en la undécima edición de la Gala de Premios Círculo Rojo 2024. Su libro, «El Bailarín Bardo», nos invita a un viaje profundamente humano que entrelaza los pasos de la danza con la fluidez de las palabras.
A sus 82 años, Mario La Vega debuta en el mundo de la poesía con una obra cargada de sinceridad y experiencias acumuladas durante décadas de recorrido artístico y personal. «Empecé a escribir a los 80, en 2020», confiesa el autor, quien dedicó seis meses a dar forma a este libro, reflejo de una vida marcada por el movimiento, la reflexión y una pasión inquebrantable por el arte.
Una Obra Llena de Autenticidad
«El Bailarín Bardo» es mucho más que un libro de poesía. Es un testimonio del «espíritu salvaje de un bailarín», como lo describe el propio autor. A través de sus versos, el lector se encontrará con una narrativa poética que explora temas universales como el viaje interior, la libertad creativa y la búsqueda del significado en un mundo cambiante. Cada poema está impregnado de la sinceridad que Mario de la Vega considera su mayor virtud como escritor.
La obra se dirige «al lector en general y a las conciencias de la gente», buscando inspirar reflexión y despertar emociones. Sus páginas evocan las memorias de un artista que ha recorrido el mundo, llevando en cada paso la esencia del baile y la palabra como formas de expresión.
Inspiración desde el Movimiento
El título de la obra es un guiño a la dualidad que define al autor: el bailarín y el poeta. La Vega combina su legado como fundador del embrión del Ballet Nacional de España con una mirada poética que trasciende géneros. «Mis experiencias por el mundo como bailarín me han inspirado», explica el autor, quien plasma en sus versos la complejidad de un alma que nunca dejó de buscar nuevos horizontes artísticos.
Un Legado que Perdura
En un contexto cultural donde la poesía sigue siendo un refugio para el pensamiento y la belleza, «El Bailarín Bardo» se alza como un puente entre generaciones y disciplinas artísticas. La obra invita a reflexionar sobre el significado de la creatividad, mientras celebra la fuerza transformadora del arte.
Con esta obra, Mario no solo comparte su visión del mundo, sino que también deja un legado para aquellos que buscan en la literatura y la danza un refugio y una guía. Como director de la sección de cultura de El Mundo, invito a los lectores a descubrir esta joya literaria que, sin duda, resonará en el corazón de todo aquel que se acerque a sus páginas.
AUTOR
Nació en Córdoba en 1942.
Comenzó como guitarrista flamenco acompañando bailarines, así fue como le entró la afición por la danza. En 1964 subió a Madrid y empezó a tomar clases en Amor de Dios con maestros eminentes de la danza española como Alberto Lorca, José Granero, Pedro Azorín, Bety (Victoria Eugenia), Juanjo Linares.
Pero su vida no se puede concebir sin su mujer María Del Sol. Con ella creó el Ballet Español Antología. Debutaron en la parrilla del Hotel Aránzazu en 1967. En 1969, con la ópera Carmen y La Dolores, en el teatro del Liceo de Barcelona.
En 1970 fueron llamados por José Tamayo para integrarse a la Compañía Nacional de la Zarzuela, en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, con coreografías de Alberto Lorca.
En 1973, el ministerio les propuso ser el primer ballet subvencionado por el Estado bajo el nombre de Ballet Antología – Ballet Folclórico Festivales de España, finalmente Ballet Nacional Festivales de España, embrión del hoy Ballet Nacional Español.
En 1978 se separaron del Ballet Nacional y con su Ballet Antología empezaron de nuevo las giras por toda Europa y América Latina.
En 1982 fueron llamados de nuevo por José Tamayo para integrar la Antología de la Zarzuela hasta su desaparición.
Desde el año 2000 montan las coreografías emblemáticas del Ballet Antología en conservatorios y peticiones de acuerdo a la categoría del ballet que se lo soliciten.
Premio AISGE 2020.
Este es su primer libro de poesías, vocación tardía, pero nunca es tarde para el arte, reuniendo tres importantes ramas de un mismo tronco español: guitarrista, bailarín, bailaor y bardo.