En un desayuno informativo organizado por Europa Press, el gobernador del Banco de España afirmó que “hay que estar dispuesto a ampliar” el volumen de las ayudas a las empresas “en el caso de que sea necesario”. Recientemente, el Gobierno aprobó un paquete dotado con 11.000 millones de euros, para el que el gobernador reclamó una ejecución “rápida” y que se focalice en las empresas “viables” que tengan problemas de solvencia.
Hernández de Cos justificó que “no es descartable” que la crisis tenga una evolución “más negativa” de la prevista.
Repasó las previsiones económicas del organismo actualizadas la semana pasada y en las que estima que el PIB español crecerá este año un 6% en el escenario central, ocho décimas menos que en la anterior proyección.
No obstante, destacó que las perspectivas de medio plazo “hoy están más equilibradas” porque ya se ha reflejado la efectividad de las vacunas contra el Covid, ha habido acuerdo para el ‘Brexit’ y se ha mostrado el “cambio de actuación” en la política fiscal de Estados Unidos, con lo que “algunos de los escenarios más extremos han podido eliminarse”.
En cuanto a la situación de las finanzas españolas, Hernández de Cos aseveró que “no tenemos ningún elemento que nos haga pensar” que se vaya a producir una crisis de deuda e insistió en “empezar a diseñar” el programa de consolidación fiscal posterior a la crisis. Afirmó no tener “ninguna duda” de que se llevará a cabo.
Apuntó que “es muy evidente que hay margen” para “ganar eficiencia” en la parte del gasto y sobre los ingresos señaló que la menor presión fiscal en España frente a la eurozona “se concentra en la imposición sobre el consumo”. En este sentido, dijo que los impuestos sobre el consumo tienen “menor peso” que el resto y puso el ejemplo de la tributación medioambiental, “mucho menos utilizada” en España que en otros países europeos.
También destacó que las deducciones y desgravaciones fiscales son “mucho más numerosas” en España que en la zona comunitaria y “en general no cumplen sus objetivos”, por lo que “podría ser importante quizás empezar por ahí” de cara a la reforma fiscal.
REFORMA LABORAL Y SMI
Sobre la reforma laboral, el gobernador del Banco de España subrayó que la de 2010 y la de 2012 “fueron valoradas positivamente” pero que algunos aspectos estructurales del mercado de trabajo “no se han resuelto” aún como es la “persistencia” del desempleo y la temporalidad. Para solventarlos, planteó que se haga a través del “refuerzo” de las políticas activas de empleo y modificando las modalidades de contratación, “de manera que se reduzcan los costes de despido entre contratos fijos y temporales, sin dañar la capacidad de creación de empleo”.
Sobre la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) este año, Hernández de Cos señaló que se publicará pronto un estudio sobre las implicaciones del último aumento e incidió en que se tengan en cuenta los efectos que se puedan producir. “Lo que sabemos hasta el momento es que, si los efectos sobre el empleo puede que no sean muy elevados, sí se concentran en los colectivos a los que trata de ayudar” como los jóvenes. “Es altamente probable que sean mayores -los efectos- en momentos de incertidumbre económica”, afirmó, y acto seguido agregó que le parece “muy prudente” que los nuevos aumentos lo tengan en cuenta. El SMI se encuentra prorrogado para este año en los 950 euros mensuales a los que se subió el año pasado, a la espera de acordar una senda de incremento para lo que resta de legislatura.
El gobernador apeló al “consenso” político para llegar a acuerdos sobre “pilares básicos” de reformas estructurales, dado que es la vía para que “tengan una continuidad en el tiempo”.
«DETERIORO DE LA MOROSIDAD»
Por último, respecto al sector bancario apuntó la posibilidad de que se tengan que aumentar las provisiones “si se produce una evolución más negativa” de la crisis. Pronosticó un “deterioro de la morosidad” como consecuencia de la coyuntura y pidió enfrentarlo con la “prudencia” en la política de dividendos o con el uso de los colchones de capital.
Sobre las fusiones bancarias, una vez materializada la de Bankia y CaixaBank, se limitó a decir que “los procesos de consolidación siguen siendo un instrumento útil” y las operaciones transfronterizas “serían particularmente positivas para profundizar” en la unión bancaria y para “eliminar esos elementos de fragmentación financiera”.
