El Barça de Koeman se estrena con victoria ante un impotente Villarreal

Redacción

El Fútbol Club Barcelona ha abierto su temporada con una balsámica goleada ante el Villarreal (4-0) liderada por el joven Ansu Fati, autor de un doblete y víctima de un penalti convertido por Leo Messi en un partido que estaba sentenciado al descanso y que trae algo de calma a un club muy necesitado de ella.

Después de un verano trágico, marcado por la estrepitosa eliminación europea y el intento de fuga de Leo Messi, el Barça suspiraba por un estreno cómodo y lo logró agarrado al desparpajo de Fati, que se hizo con la titularidad en el primer partido oficial bajo el mando de Ronald Koeman.

El neerlandés calcó la alineación del último ensayo en el Trofeo Gamper: la misma defensa de la pasada temporada, el novedoso doble pivote Busquets-De Jong, Coutinho en la mediapunta y Messi como delantero centro, relegando a Antoine Griezmann a la banda. El francés fue el único de los cuatro atacantes que no logró destacar.

Y fue Ansu el mejor de todos. El internacional español forjó una sobresaliente alianza con Jordi Alba en la banda izquierda y volvió tarumba a Mario Gaspar, que estuvo tan desaparecido como el resto de jugadores amarillos en una fatídica primera parte. Al descanso ya lucía el 4-0 en el marcador y era prácticamente segura la decimotercera derrota de Unai Emery en otras tantas visitas al Camp Nou.

La goleada arrancó al cuarto de hora, cuando Clement Lenglet metió un pase largo a Alba, que ganó la línea de fondo y centro atrás para la llegada de Ansu, letal en el remate. Apenas cuatro minutos después, Coutinho condujo un contraataque con maestría y habilitó el mano a mano entre su joven compañero y Sergio Asenjo, batido por bajo.

El ‘show’ de Ansu culminó con un penalti provocado ante Mario Gaspar que Messi se encargó de anotar a la media hora. Decimoséptima temporada consecutiva del argentino marcando en Primera División, una posibilidad que estaba muy en el aire hace tan solo una semanas. Se pasó todo el partido buscando el doblete, pero se lo impidió Asenjo con varias paradas de mérito.

El descalabro del Villarreal creció con el infortunio de Pau Torres, que anotó en propia puerta. Messi centró y el central de la selección despejó hacia su propia portería ante la amenaza de Busquets, que llegaba como ariete, una subida al ataque que se pudo permitir porque ahora De Jong le cubre las espaldas y viceversa.

El equipo castellonense tampoco logró reaccionar en la segunda parte y el partido se destensó por completo, dejando como alicientes las nuevas caras en el Camp Nou, caso de Pedri, Trincao o Pjanic, que es estrenaron en partido oficial. El extremo portugués dejó destellos interesantes y se procuró una buena ocasión de gol.

De este modo, el Villarreal encajó su primera derrota del curso sin apenas oponer resistencia y el Barcelona sumó su primer triunfo con más holgura de la prevista. Su reválida llegará el próximo jueves en Vigo, una de las ciudades donde se dejó un pedazo de la última Liga.

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