El FC Barcelona cayó (0-1) este domingo en su duelo aplazado de la jornada 21 de LaLiga Santander ante un Rayo Vallecano que festejó de manera simbólica la permanencia en el Camp Nou, igual que el título, a cinco jornadas de final, lo celebrará el Real Madrid si gana el próximo sábado al Espanyol.
Al equipo de Xavi Hernández se le rompió el amor hace varias semanas y ante el Rayo, con su segunda derrota seguida en casa, tercera contando la debacle en Liga Europa ante el Eintracht, sirvió el alirón al eterno rival. 15 puntos quedan en juego, los que separan a Madrid (78) de Barça y Sevilla (63), el Atlético es cuarto con 61 y el Real Betis, flamante campeón de Copa, quinto con 57.
El objetivo del segundo puesto lo tendrá que sudar un Barça que al menos la Champions la tiene muy encarrilada. El equipo culé topó con un Rayo con mucha más motivación y que le jugó como a Xavi le hubiera gustado durante muchos minutos. A los siete minutos, Álvaro García hizo el tanto del partido. El Barça terminó mejor el primer tiempo, pero volvió de nuevo desconectado en el segundo.
Con prisas y a la desesperada, con el Rayo defendiendo con todo y perdiendo todo el tiempo posible, el conjunto local pudo remontar en el Camp Nou, con varias ocasiones claras y un penalti que reclamaron a Gavi en el minuto 90. Se añadieron 13, y el Rayo volvió a vencer como en la ida a un Barça que puede tirar por tierra su mejora.
La llegada de Xavi sin duda cambió el rumbo en noviembre, pero sin metas importantes, sin figuras como Ansu Fati y sobre todo Pedri, a lomos de Dembélé, el Barça ha perdido la fe. El Rayo le asfixió con la presión que se le presupone al equipo de Xavi, buscando más la contra el equipo local con el ariete francés.
Los de Andoni Iraola entraron bien y encontraron el gol en un gran pase de Isi, mal defendido por Dest. Unai, Valentín y Comesaña ganaron el centro del campo, pero el Barça fue mejorando, con ocasiones de Alba y un Aubameyang que esta vez no tenía su día. La reanudación sin embargo volvió a ser para el Rayo, con el Barça encontrando sólo la verticalidad en Dembélé.
Xavi metió a Adama y Memphis, y el holandés la tuvo muy clara. Quedaban 20 minutos para el final y al Rayo se le empezó a hacer largo el encuentro. Las prisas de uno y las ganas de que corriera el reloj del otro dejaron mucha tensión sobre el césped y un tremendo alargue del que tampoco sacó nada el Barça. Un empujón bastante claro de Catena a Gavi no pitado en el área desquició aún más a los locales, que empiezan a hartarse de una temporada aciaga.