El precio del barril de petróleo Brent recuperaba la cota de los 100 dólares antes de la apertura de las bolsas del Viejo Continente, después de haber iniciado la sesión por debajo de dicho umbral, algo que no sucedía desde mediados de marzo.
En concreto, el precio del barril de crudo de referencia para Europa se situaba unos minutos antes de la apertura europea en 101,23 dólares, frente a los 99,71 dólares del comienzo de la jornada y después de cerrar ayer en 100,58 dólares.
De su lado, el barril de crudo West Texas Intermediate (WTI), de referencia para Estados Unidos, cotizaba en 95,29 dólares, frente a los 96,03 dólares del cierre del jueves.
En el día de ayer, los países miembros de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) detallaron el volumen de reservas que se han comprometido a liberar para frenar el alza de los precios del crudo. En conjunto, la agencia liberará 120 millones de barriles.
Estados Unidos será el país que más barriles libere, con 60 millones, que forman parte de los 180 millones de barriles que el país anunció que vendería procedentes de su Reserva Estratégica de Petróleo. De esta forma, si a esta cantidad se suman los compromisos de otros 60 millones de barriles del resto de miembros de la AIE, durante los próximos seis meses se pondrán en el mercado 240 millones de barriles de crudo adicionales, un millón al día.
Entre el resto de miembros de la AIE, destacan las liberaciones de Japón (15 millones de barriles) o Corea del Sur (7,23 millones). Entre el resto de grandes economías del euro, Alemania liberará 6,48 millones de barriles; Francia, 6,047 millones; e Italia, cinco millones. En el caso de España se liberarán 4 millones de unidades.
Las reservas de petróleo de emergencia de los países miembros de la AIE son de dos tipos: ‘stocks’ públicos en entidades bajo control del Gobierno o ‘stocks’ mantenidos por la industria pero con la obligación de estar a disposición del país. En el primer caso, la liberación se puede realizar mediante ofertas o préstamos al mercado, que se lanzarán en las próximas semanas o meses, dependiendo de las especificidades de cada país.
En el caso de ‘stocks’ almacenados por la industria, los gobiernos únicamente deben emitir un decreto en el que se rebajan los límites de almacenamiento obligatorio, poniendo el resto de volúmenes a disposición del consumo y el mercado.