Un equipo de neurocientíficos ha descubierto que el cerebro utiliza un mecanismo común tanto para combinar palabras de un solo idioma como para combinar palabras de dos idiomas diferentes. Sus hallazgos indican. por tanto, que el cambio de idioma es natural para quienes son bilingües porque el cerebro tiene un mecanismo que no detecta que se ha cambiado de idioma, lo que permite una transición fluida en la comprensión de más de un idioma a la vez.
«Nuestros cerebros son capaces de comprender varios idiomas –explica Sarah Phillips, candidata al doctorado en la Universidad de Nueva York y autora principal del trabajo, que aparece en la revista ‘eNeuro’–. Las lenguas pueden diferir en los sonidos que utilizan y en la forma de organizar las palabras para formar frases. Sin embargo, todos los idiomas implican el proceso de combinar palabras para expresar pensamientos complejos».
«Los bilingües muestran una versión fascinante de este proceso: sus cerebros combinan fácilmente palabras de diferentes idiomas, de forma muy parecida a cuando combinan palabras del mismo idioma», añade Liina Pylkkänen, profesora del Departamento de Lingüística y del Departamento de Psicología de la NYU y autora principal del trabajo.
A pesar de lo extendido que está el bilingüismo y el multilingüismo a nivel mundial, no se conocen bien los mecanismos neurológicos utilizados para comprender y producir más de un idioma. los bilingües suelen mezclar sus dos lenguas cuando conversan entre sí, lo que plantea preguntas sobre el funcionamiento del cerebro en esos intercambios.
Para entender mejor estos procesos, Phillips y Pylkkänen, que también forma parte del Instituto de Abu Dhabi de la NYU, exploraron si los bilingües interpretan estas expresiones en lenguas mixtas utilizando los mismos mecanismos que cuando comprenden expresiones en una sola lengua o, por el contrario, si la comprensión de las expresiones en lenguas mixtas implica al cerebro de una manera única.
Para comprobarlo, los científicos midieron la actividad neuronal de los bilingües coreano/inglés. Para ello, los sujetos del estudio vieron una serie de combinaciones de palabras e imágenes en la pantalla de un ordenador. A continuación, tenían que indicar si la imagen coincidía o no con las palabras precedentes.
Las palabras formaban una frase de dos palabras o eran simplemente un par de verbos que no se combinaban entre sí en una frase con sentido. En algunos casos, las dos palabras procedían de un solo idioma (inglés o coreano), mientras que en otros se utilizaban ambos idiomas, imitando en este último caso las conversaciones en varios idiomas.
Para medir la actividad cerebral de los sujetos del estudio durante estos experimentos, los investigadores utilizaron la magnetoencefalografía (MEG), una técnica que mapea la actividad neuronal registrando los campos magnéticos generados por las corrientes eléctricas producidas por nuestro cerebro.
Las grabaciones mostraron que los bilingües coreano-inglés, al interpretar expresiones en lenguas mixtas, utilizaban el mismo mecanismo neural que cuando interpretaban expresiones en una sola lengua.
En concreto, el lóbulo temporal anterior del cerebro, una región cerebral bien estudiada por su papel en la combinación de los significados de múltiples palabras, era insensible a si las palabras que recibía eran del mismo idioma o de idiomas diferentes. Esta región, por tanto, procedía a combinar palabras en significados más complejos siempre que los significados de las dos palabras se combinaran en un significado más complejo.
Estos resultados sugieren que el cambio de idioma es natural para los bilingües porque el cerebro tiene un mecanismo combinatorio que no «ve» que se ha cambiado de idioma.
«Estudios anteriores han examinado cómo nuestros cerebros pueden interpretar un número infinito de expresiones dentro de una misma lengua –observa Phillips–. Esta investigación demuestra que los cerebros bilingües pueden, con sorprendente facilidad, interpretar expresiones complejas que contienen palabras de diferentes idiomas».