El Cádiz se impuso (0-1) este viernes al Valladolid en su visita al José Zorrilla con un tardío gol de Álvaro Negredo que dio el triunfo a los andaluces en el último suspiro, que festejan sus primeros tres puntos del curso y olvidan su sequía goleadora, mientras que los blanquivioletas, muy superiores durante todo el partido y protagonistas de las mejores ocasiones, alargan su mala racha y suman su segunda derrota seguida.
Esta anhelada victoria cadista deja a los de Sergio González penúltimos en la tabla de LaLiga Santander, mientras que los pupilos de Pacheta caen a los puestos de descenso con cuatro unidades y, como el Cádiz, solo un triunfo en lo que va de campaña.
El triunfo refuerza la moral de los andaluces, aunque no esconde las múltiples carencias que también se vieron en el José Zorrilla, con muchas debilidades defensivas y un ataque pobre, con falta de pegada y que necesitó del milagro de Álvaro Negredo para convertir su único disparo a puerta en todo el partido, que no llegó hasta el minuto 92.
El duelo comenzó con un dominio algo tenue del Valladolid, catapultado por la dupla Fresneda-Plata, dos puñales por la derecha. Pero al ecuatoriano, protagonista de muchas acciones de peligro y sin parar de encarar a Espino en todo el partido, le falló la puntería.
El delantero local Shon Weissman gozó de las mejores ocasiones, pero no estuvo nada acertado de cara a gol, perdonando lo imperdonable, algo de lo que se acordaría su equipo al final del encuentro. Empeñado en encauzar sus jugadas de ataque por el centro, el Valladolid se fue sin premio al descanso, mientras el Cádiz respiraba, solo esperanzado en una ocasión con un lanzamiento de falta directa de Lucas Pérez.
En la segunda mitad, la superioridad con el balón de los locales se intensificó, bajo el soporte de un trinomio en el centro del campo, formado por Monchu, Kike Pérez y Roque Mesa, que fue dueño y señor en todo el duelo y un ‘dolor de muelas’ para los andaluces.
El mediapunta del Valladolid Óscar Plano tuvo la más clara con un latigazo con su pierna izquierda que se estrelló en el travesaño, en la enésima ocasión para los locales que se iba al limbo. Pacheta se desesperaba en al banda, sin poder entender que el partido fuera 0-0, después de que su equipo terminara el encuentro con 18 remates totales.
Sergio González intentó frenar el aluvión local con nuevas piezas en la medular, dando entrada a Alcaraz, José Mari y Bongonda, pero sin éxito. Kike Pérez seguía creciendo, pero no era la noche de Weismann, al que Pacheta terminó cambiando por Guardiola.
Pero cuando el encuentro ya parecía que moría con el 0-0, que contentaba más a los visitantes viendo el panorama, apareció Negredo para ponerse la capa de héroe. En el 91′ remató el único centro lógico del Cádiz en el duelo, mandando el balón a la red tras un fallo de Asenjo, rescatando a tiempo a un conjunto cadista que por fin respira y consigue algo de tranquilidad en este incio liguero.