El ‘child grooming’ de acoso a menores con fines sexuales se disparó un 55% el año pasado

Alvaro San Román

La Memoria de la Fiscalía correspondiente a 2020 confirma la tendencia ascendente de los ciberdelitos desde la puesta en funcionamiento de la especialidad en el ministerio público en 2011. El pasado año se incoaron un total de 16.914 procedimientos, un 28,69% más que en el año anterior. Destaca el crecimiento de prácticas de acoso a menores a través de internet, tales como el ‘child grooming’, que se disparó un 55% el pasado año.

El ‘child grooming’ es una modalidad de acoso sexual de menores por Internet que se concreta en un conjunto o serie de conductas realizadas por un mayor de edad, generalmente adulto. Utilizan Internet, en muchos casos las redes sociales, para atraer a menores de edad, con el objeto de ganarse su amistad o estableciendo una conexión emocional con el niño o menor, con la finalidad de desinhibirle y poder abusar sexualmente de él, o bien para obtener imágenes de pornografía infantil, para consumo propio o para distribuirlas.

Sin embargo, el ascenso detectado en 2020 es más moderado que en años anteriores, pues en 2019 hubo un aumento del 45% respecto de 2018, lo que supuestamente se explica por la situación generada por la pandemia y el tiempo de confinamiento en los hogares.

El 24,12% de los procedimientos fueron por delitos contra bienes jurídicos personalísimos (19,23% más que en 2019). Destaca el fuerte repunte de las amenazas y coacciones (30% más), mientras que el acoso crece en un 10%.

El 75,88% de los procedimientos se refieren a delitos contra el patrimonio y otros. La gran mayoría (72,43%) por delito de estafa. Esto se explica porque son las conductas que más habitualmente se denuncian y porque existe una cifra oculta de criminalidad en otros ilícitos, como los atentados contra la libertad e indemnidad sexual de los menores.

La Fiscalía destaca la preocupante evolución de los delitos online contra la libertad sexual y en particular de los que afectan a menores de edad, que suponen un 8,5% del total y un incremento del 18,45% respecto del ejercicio anterior. El llamado ‘child grooming’ creció en un 55% respecto de 2019 y un 175% respecto de 2018.

Los delitos de pornografía infantil presentan estabilidad respecto de años anteriores, pero estos datos no parecen responder a la evolución real de la elaboración y tráfico de este material ilícito, pues no suelen ser objeto de denuncia. Al mismo tiempo se observa un acusado descenso de los delitos contra la propiedad intelectual, que bajan un 75%.

Por otro lado, la Fiscalía suscribió el Protocolo contra el discurso de odio online, para retirar del entorno digital contenidos de esta naturaleza y por el que la Unidad de Criminalidad Informática asume la función de punto de contacto nacional con los proveedores de servicios radicados en otros países.

Pese a la ralentización de la tramitación procesal por la pandemia, se presentaron 3.207 escritos de acusación, un 12,64% más que en 2019, un incremento más moderado que el del 40% del ejercicio anterior.

El delito más numeroso es el de estafa (45,62%), seguido de amenazas y coacciones (12,13%), de pornografía infantil (8,98%) y de descubrimiento y revelación de secretos (6,17%). Los delitos contra la libertad sexual ascendieron al 15,93%.

La Fiscalía incoó 261 diligencias de investigación el pasado año, un 30% más que el año anterior. El 36% se referían a estafas y defraudaciones, seguidas de los delitos de odio, que se incrementaron en un 55% respecto del año anterior. Se judicializaron un total de 90 diligencias de investigación.

Descendieron, sin embargo, los delitos económicos por la pandemia. Así, se registró una tendencia a la baja de las defraudaciones de IRPF, mientras se mantienen o aumentan ligeramente los fraudes de IVA y Sociedades y a la Seguridad Social.

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