El cómico gallego David Suárez será juzgado el próximo lunes, día 29, en la Sección 29 de la Audiencia Provincial de Madrid por un comentario sexual en su cuenta de Twitter sobre las mujeres con síndrome de Down, que la Fiscalía califica de humillante y vejatorio, por lo que le pide un año y 10 meses de cárcel, más de 3.000 euros de multa y cinco años de inhabilitación especial para ejercer como educador o formador deportivo o de tiempo libre.
El tuit de Suárez decía así: «El otro día me hicieron la mejor mamada de mi vida. El secreto fue que la chica usó muchas babas. Alguna ventaja tenía que tener el síndrome de Down». El mensaje fue publicado el 18 de abril de 2019.
El escrito de acusación de la Fiscalía de Madrid explica que el perfil desde el que se hizo la publicación era abierto y en tenía 77.963 seguidores. El tuit cosechó más de 10.000 comentarios, 4.778 retuits y 13.793 ‘me gusta’.
Entiende el Ministerio Público que los hechos constitutivos de un delito contra el ejercicio de los derechos fundamentales del artículo 510.2 del Código Penal, que contempla prisión de seis meses a dos años de cárcel para quien lesione la dignidad de las personas mediante acciones que entrañen humillación, menosprecio o descrédito por motivos racistas, antisemitas, de ideología, religión o creencias, situación familiar, orientación o identidad sexual, por razones de género o por enfermedad o discapacidad.
Además de la pena de prisión y la multa, el fiscal pide también que durante el tiempo de la condena se le inhabilite para el ejercicio de su profesión de humorista en las redes sociales, así como otros cinco años de inhabilitación para el ejercicio de profesión u oficio educativo en el ámbito docente, deportivo o de tiempo libre.
A raíz de la polémica que generó este tuit, la Cadena SER prescindió de su colaboración en el programa ‘Yu, no te pierdas nada’ de Los 40 Principales. Además, el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) denunció al cómico por este comentario «vejatorio» que «atenta contra la dignidad e integridad moral de las personas con discapacidad, las ridiculiza e incita al odio».
El humorista aseguró después de la polémica que no tenía intención de «herir a las personas con síndrome de Down» y explicó que su “humor negro” es del tipo que «pone sobre la mesa todo aquello de lo que nadie quiere hablar».
